El papa Francisco hizo un llamado para terminar con la violencia contra la mujer y aseguró que herirlas “es ultrajar a Dios”, por lo que pidió mayor protección para ellas durante su mensaje en la primera misa del año 2022.
“Cuánta violencia hay contra las mujeres. Basta. Herir a una mujer es ultrajar a Dios, que tomó la humanidad de una mujer”, sentenció el papa Francisco desde la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
El pontífice, de 85 años de edad, agregó que “la Iglesia es madre, es mujer. Por ello, desde esta respuesta se puede encontrar el lugar de la mujer en la Iglesia”, durante la festividad de María Santísima y el Día Mundial de la Paz.
Trabajemos todos para promover a las madres y proteger a las mujeres. Cuánta violencia hay contra las mujeres. Basta. Herir a una mujer es ultrajar a Dios, que tomó la humanidad de una mujer.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 1, 2022
Tras hablar de la importancia de las mujeres, el papa Francisco instó al mundo a redoblar esfuerzos para proteger a todas las mujeres.
Papa Francisco rinde homenaje a las mamás
Asimismo, durante su homilía, el papa Francisco hizo hincapié en el amor maternal rindiendo tributo a la Virgen María, por lo que agregó que las madres “saben cómo superar los obstáculos y los desacuerdo e infundir la paz”.
En ese sentido, el Pontífice recordó a todas la madres, “las mujeres que miran el mundo no para explotarlo, sino para que tenga vida: mirándolo con el corazón, consiguen mantener unidos los sueños”.
Por lo que el Pontífice puntualizó que la mirada inclusiva, tan característica de María, “que supera las tensiones conservando y meditando en el corazón”, es la mirada de todas las madres.
Al inicio del nuevo año, pongámonos bajo la protección de la #MadredeDios, que es nuestra madre. Que nos ayude a custodiar y a meditar todas las cosas, sin tener miedo a las pruebas, con la alegre certeza de que el Señor es fiel y sabe transformar las cruces en resurrecciones.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 1, 2022
“Es la mirada con la que muchas madres abrazan las situaciones de los hijos. Es una mirada concreta, que no se desanima, que no se paraliza ante los problemas, sino que los coloca en un horizonte más amplio. Vienen a la mente los rostros de las madres que asisten al hijo enfermo o en dificultad. Cuánto amor hay en sus ojos, que, mientras lloran, saben comunicar motivos para seguir esperando”, expresó el papa Francisco enla homilía de Año Nuevo.