Ciudad de México. El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dijo estar dispuesto a comparecer ante la Fiscalía General de la República para rendir cuenta sobre el operativo para detener y después liberar a Ovidio Guzmán, el pasado jueves en Culiacán, Sinaloa.
“Aprovecho para informar a todos los mexicanos y de manera especial a los sinaloenses y al pueblo de Culiacán que tomamos la decisión de evitar la confrontación y evitar que se siguiera llevando a cabo esta violencia el jueves por la tarde y que el propósito de detener esta acción fue el de salvar vidas y evitar una masacre”, dijo el presidente.
Aseguró que su gobierno estuvo siempre al tanto del desarrollo de las acciones de las fuerzas armadas en Sinaloa y recalcó que siempre privilegiarán la vida de la población antes que la confrontación.
“Teníamos la información de lo que estaba sucediendo y no podíamos arriesgar la vida de las personas por la detención de un presunto delincuente. Nosotros no vamos nunca a optar por la guerra, por la confrontación, por uso de la fuerza. Lo que nos importa es la vida de las personas”.
Ante los cuestionamientos de la prensa, aseguró que se detendrá a Ovidio Guzmán, “si existe la orden de presentación, desde luego, y una orden de extradición”, pero matizó que será “siempre y cuando no se ponga en riesgo a la población”.
López Obrador se distanció de sus opositores, a quienes nuevamente descalificó al asegurar que buscaron arrasar con los grupos criminales. En cambio, dijo que la población apoyó su decisión de evitar la confrontación en Culiacán.
“Nuestros adversarios, los conservadores corruptos que se padecieron en los pasados gobiernos aplicaron una política de confrontación y de violencia para supuestamente garantizar la paz y la tranquilidad y esa política insensata e inhumana produjo más violencia y muchos sufrimiento. Masacres. Había hasta la decisión de arrasar, de exterminar y lo muestran así los datos de letalidad. De cómo fueron más siempre los muertos, que los heridos (…) Nosotros lo dejamos en claro desde el principio, está escrito en el Plan Nacional de Desarrollo de que íbamos a cambiar esa política absurda, inhumana e ineficaz”.
Y a quienes criticaron el operativo del pasado jueves los tildó de machistas, pues solo buscan poner el claro quién tiene los pantalones mejor puestos.
“El caso de Culiacán sirvió en ese sentido para confrontar los dos modelos. Gritaban los conservadores irresponsables que callaron siempre, como momias, cuando se masacraba a la población. Ahora gritaban que querían violencia, que era necesario mostrar los pantalones, de que son supuestamente muy valientes, pero con los pantalones de otros. Y decidimos no arriesgar la vida de la gente. Fue una decisión que tomó el gabinete de seguridad y yo la avalé porque un dirigente puede poner en riesgo su vida pero no tiene derecho de poner en riesgo la vida de los demás”, reiteró.
Aseguró el tiempo permitirá a la gente de Culiacán juzgar sus decisiones.
“Yo tengo mi conciencia tranquila y sé que actuamos de manera correcta y vamos a seguir atendiendo las causas que originan la violencia. No se puede apagar el fuego con el fuego. No se puede enfrentar el mal con el mal. La estrategia nuestra es que a nadie le falte lo indispensable para vivir”, abundó.
Además, aseguró que se aislará a quienes de dedican a las actividades ilícitas y el narco así como se ha comenzado a aislar a los corruptos en esta administración.
López Obrador negó la posibilidad de que presenten su renuncia el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
“Eso es lo que quisieran nuestros adversarios conservadores. En vez de actuar con responsabilidad, porque estaba d flor medio la vida de las gentes azuzaron hasta expresidentes, gritando y pidiendo mano dura, violencia, como lo hacían ellos mostrar trofeos que nos resolvían para nada el problema de fondo que es garantizar la paz y la tranquilidad”.
En cambio, dijo que lo más importante es tener la conciencia tranquila y saber que se actuó con humanismo.
“Hoy, si hubiese habido una masacre, no estaríamos hablando de la renuncia a lo mejor de Audomaro (Martínez, titular del Centro Nacional de Inteligencia)
y de (Alfonso) Durazo sino de la renuncia del presidente. Entonces, independiente de eso, que si fue bueno o malo, si nos afecta o nos beneficia Políticamente, si se tiene que renunciar o no, es tener la conciencia tranquila y saber que se actúa con humanismo”.
Lo que sí reconoció es que se está haciendo una revisión sobre el operativo y expuso que el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval está haciendo una evaluación.
“Ellos reconocieron, en efecto, que fue una acción precipitada. No previeron lo suficiente punto No actuaron con precaución Entonces está haciendo una evaluación de este tema. Lo importante es que al cometerse este error, de falta de preparación en el operativo, se tomó las decisión de detenerlo, porque en otros tiempos era aunque hubiesen, decían, daños colaterales”.
El presidente también fue cuestionado sobre si alguien en su gabinete le está mintiendo, ante la información de que Ovidio Guzmán estaba en una marisquería cuando fue detenido y no en un domicilio, como aseguró el Secretario Durazo en conferencia de prensa la tarde del jueves. Respondió que no le gusta la especulación ni hacer conjeturas.
“No permito que nadie me manipule. No me comparen, porque eso sí calienta. No es de que hacen las cosas y yo no entero; o yo delego funciones y usted haga lo que quiera. No. El presidente de México tiene información y sabe muy bien lo que está sucediendo y toma las decisiones que corresponden para garantizar la vida y el bienestar de mal mexicanos”.
Y expuso que si lo acontecido en Culiacán fue una trampa para hacer tropezar la transformación en el país reviró que “si fue esa la intención, como dicen los abogados, aceptando sin conceder, nos hicieron lo que el viento a Juárez. Punto”
