Cd. de México.- El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, sostuvo este viernes un encuentro en la Ciudad de México con el ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, al márgen de la II Reunión del Mecanismo de Montevideo.
En esta ocasión, los cancilleres de México y Uruguay aprovecharon la oportunidad para revisar los principales temas de la agenda bilateral y constataron el excelente nivel de entendimiento que existe entre ambos países; la afinidad de coincidencias en temas regionales y la nutrida agenda de cooperación que comparten.
En este marco, convinieron celebrar la tercera reunión del Consejo de Asociación Estratégica Bilateral, máximo mecanismo de diálogo político vigente desde 2011, en la ciudad de Montevideo, en 2020. Asimismo, manifestaron su compromiso de avanzar en los trabajos interinstitucionales para lograr la firma del acuerdo de seguridad social en negociación entre ambos países, con la finalidad de proteger los derechos de todos sus trabajadores migrantes.
Expresaron su particular interés en promover la conectividad aérea y coincidieron en la importancia de avanzar en la firma de un Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación Consular, que permita el intercambio de buenas prácticas en la materia, en el marco de los objetivos trazados por el Pacto Mundial para una Migración Segura Ordenada y Regular.
En el ámbito regional, los cancilleres expresaron su total rechazo al quebrantamiento del orden constitucional en Bolivia y hacen un llamado a que se convoquen elecciones libres, transparentes y creíbles en el plazo más breve posible, como única forma de retomar el camino de la institucionalidad democrática y de recuperar el Estado de Derecho.
En este sentido, manifestaron su total apoyo a la decisión del secretario general de Naciones Unidas Antonio Gutérres, de designar al señor Jean Arnault en calidad de enviado especial para apoyar los esfuerzos en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis.
Expresaron su preocupación por la continuación de la violencia y reclamaron el más estricto respeto a la inviolabilidad de las sedes de las representaciones diplomáticas extranjeras y de sus funcionarios acreditados en todo el mundo, de conformidad con lo establecido por la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.
