En caso de que se cancelara la construcción del aeropuerto en Texcoco, el mensaje que mandaría México a los inversionistas del mundo sería de incertidumbre, lo que afectaría negativamente la imagen del país, consideraron empresarios.
Luego de una reunión con integrantes de la Junta de Coordinación Política del Senado, cuyo presidente, Ricardo Monreal Ávila, advirtió que con la consulta “no se va a acabar el mundo”, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, respaldó la opción del proyecto en Texcoco.
El empresario consideró que la consulta no es transparente y si bien es importante escuchar a la ciudadanía, las decisiones técnicas las deben tomar las autoridades después de escuchar no sólo a los ciudadanos, sino también a los empresarios, expertos y técnicos.
En ese sentido, afirmó que Texcoco es la opción que ofrece una infraestructura de 45 años, mientras que la otra, la de tres aeropuertos que se ha planteado en contraposición, además de carecer de coordinación logística, implicaría de nuevo una saturación en ocho o 10 años.
Juan Pablo Castañón consideró que mantener los proyectos de obras públicas a largo plazo genera confianza en los mercados internacionales sobre la institucionalidad del país, así como prestigio, de que México respeta sus compromisos y tiene visión de largo plazo.
En el mismo sentido, en entrevista al término de la reunión, el presidente de la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio (Concanaco), Víctor Manuel López Campos, opinó que cancelar un proyecto con 30 por ciento de avance no manda un mensaje positivo para los inversionistas del mundo.
A su vez, el senador Damián Zepeda Vidales, también al salir del encuentro, dijo que no es positiva la consulta planteada por el futuro gobierno, pues éste debe de asumir sus decisiones sobre criterios técnicos.
Además, recordó que abandonar el proyecto de la terminal aérea en en Texcoco implicaría un costo de 120 mil millones de pesos e incluso algunos lo han calculado hasta en 200 mil millones, más el costo que significaría construir la otra opción.
El legislador perredista sostuvo que ello generaría desconfianza entre los inversionistas, además de que -en su opinión- la consulta no cuenta con el respaldo de la ley. Sin embargo, durante la reunión con los miembros del CCE, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal Ávila, desestimó los argumentos que se han manifestado contra la consulta.
Recalcó que se ha escuchado con respeto a los empresarios, como se ha hecho con los representantes de todas las fuerzas políticas e incluso ofreció mantener el diálogo de manera constructiva.
Pero insistió en que se tomará la decisión que mejor convenga a México, sea ésta Texcoco o Santa Lucía, e incluso aclaró que en el grupo parlamentario de Morena no se actúa por consigna, como lo demuestra, dijo, el hecho de que el senador Higinio Martínez sí apoya la idea de continuar el actual proyecto en Texcoco.
Con todo, insistió, la consulta seguirá en marcha, porque es un ejercicio, inédito, innovador y acorde con los nuevos tiempos, aunque ofreció a los empresarios la certeza de que con el nuevo gobierno habrá un cambio de régimen, tal como lo ordenó el electorado en las urnas el 1 de julio pasado.
