25 de octubre.- La congresista de Florida, Debbie Wasserman Schultz, un ícono del Partido Demócrata en Estados Unidos, objetivo de uno de los paquetes sospechosos enviados el miércoles, dijo que no serán “intimidados por este intento de acto de violencia”.
“Este atroz ataque a nuestra democracia debe ser perseguido vigorosamente, y estoy profundamente perturbada por la forma en que se usó mi nombre”, afirmó la política en una declaración, sin dar mayores detalles para no entorpecer la investigación.
Un paquete sospechoso con presuntos explosivos fue descubierto la mañana del miércoles en la oficina de Wasserman Schultz en Sunrise, en un parque corporativo en 777 Sawgrass Corporate Parkway, Florida. El escuadrón de bombas de la Oficina del Alguacil de Broward, mediante un robot, recuperó el dispositivo. Nadie salió lastimado.
El FBI informó que otros cinco paquetes se enviaron a la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, al expresidente Barack Obama, al exdirector de la CIA, John Brennan, al exfiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, y al inversionista multimillonario y donante del Partido Demócrata, George Soros.
El paquete destinado a Holder, que se desempeñó en la administración de Obama, tenía la dirección equivocada y se remitió a la dirección de retorno, la oficina de Wasserman Schultz, quien fue presidenta del Comité Nacional Demócrata, líder del Partido Demócrata desde 2011 hasta su renuncia en 2016.
