Por Amor a la Precisión | Guardia Nacional, cuidado con lo que desean

Si Guardia Nacional patrulla las calles y el Ejército corretea maleantes, ¿por qué un gobernador va a invertir en una fuerza policiaca eficiente a nivel local?

Escrito por: Alejandro Huitrón Hernández
Por Amor a la Precisión Guardia Nacional

El miércoles pasado, el Senado de la República frenó la intentona que buscaba ampliar la presencia del Ejército en las calles hasta 2028, quesque para cumplir labores de seguridad en lo que se calman las aguas.

El polémico dictamen regresó a las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos para ganar tiempo, dicen unos, y para convencer a los legisladores rebeldes, dicen otros.

Lo bueno de todo esto es que la pausa en el proceso legislativo nos da tantito más tiempo para reflexionar sobre dos de las cosas que nos trajeron aquí: la evidente inseguridad y la incapacidad policial.

En primer lugar, hay que decirlo, la inseguridad es el pan de cada día

Solo para dimensionar la gravedad del asunto, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (2022), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el año pasado:

  • 22 millones de mexicanos fueron víctimas del delito. Algunos de ellos más de una vez. Aquí nos incluimos Leo Arriaga y su servilleta.
  • 29% de los hogares en México fue presa de la delincuencia pues al menos uno de sus integrantes fue victimado.

Esto significa que en el México mágico hay una tasa de 24 mil víctimas por cada 100 mil habitantes. Es decir, una cuarta parte de la gente que vive en este país, ni más ni menos.

(In)capacidad policial

En segundo lugar, ya que andamos con los datos del INEGI, el Censo Nacional de Seguridad Pública Estatal 2021 nos pone la piel chinita pues revela que en México hay apenas 225 mil 544 policías.


Pero, vámonos con calma, porque la cosa se pone tensa cuando descubrimos que de esa cifra 90 mil elementos se concentran en la Ciudad de México; lo que deja a 135 mil policías con la tarea (casi imposible) de cuidar a más o menos 116 millones de personas.

Es decir, tenemos menos de un policía por cada mil habitantes. ¡Con razón!


Y esto en el mejor de los casos porque hay lugares en este país en los que ni siquiera hay policías. De ahí que surjan grupos de autodefensa o se aplique de plano la Ley de la selva.

Remedios y más remedios

Aquí viene lo interesante: la Guardia Nacional (GN) cuenta con una capacidad operativa que ronda los 100 mil elementos.

Y si a esto le sumamos las capacidades (elementos, inteligencia, armamento, etc.) de la Sedena y la Marina entendemos la importancia y trascendencia en las calles.

¡Pero ojo! Porque esta situación excepcional fácilmente puede convertirse en una normalidad perpetua.

Si la Guardia Nacional patrulla las calles, el Ejército corretea maleantes y la Marina realiza operativos… ¿Dónde quedan los policías? ¿Por qué un gobernador va a invertir en crear y capacitar a una fuerza policiaca eficiente a nivel local?

Bajo esta mentalidad, nunca tendremos buenos policías que persigan los delitos de fuero común, aquellos que impactan mayormente a la ciudadanía.

El peligro mayor es justo ese: que las fuerzas armadas nunca se retiren de las calles.

Oh, sí. Como bien lo apuntó el entonces Alto Comisionado de las Naciones Unidas, Jan Jarab, en el marco del Parlamento Abierto 2018 de la Guardia Nacional, la clave está en las policías.

Y yo subrayo: si no se resuelve el problema de la fuerza policiaca desde los municipios y las entidades federativas, siempre vamos a necesitar una receta extraordinaria para solventar nuestros males estructurales.

O, peor aún, podríamos abrir camino a gobiernos particularmente no democráticos en nuestro deseo por ponerle un alto a la interminable inseguridad.

Pero, el balance es delicado. ¿Las dejamos un tiempito más? ¿Que regresen a los cuarteles? ¿Ustedes qué opinan?

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Escrito por: Alejandro Huitrón Hernández

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