Monika es una perrita originaria de Rusia, que por fin pudo volver a caminar gracias a que fue sometida a una operación compleja, costosa y muy poco común, consistió en colocarle cuatro prótesis en cada una de sus patitas.
A pesar de que hace dos semanas la perrita fue sometida a esta cirugía para ayudarle a volver a caminar con sus nuevas prótesis, hasta el momento se encuentra débil y cansada.
Sin embargo, el veterinario a cargo de la operación, Sergei Gorshkov, comentó que los huesos de Monika crecerán y se podrán adaptar a sus nuevas prótesis de titanio, que fueron hechas con una impresora 3D.
Gorshkov, el veterinario de 33 años de edad que intervino a la perrita y realizó la cirugía en la clínica “Best” de Novosibirsk, en Siberia, afirmó que “la suerte y la experiencia” jugaron de su parte.
Anteriormente, Gorshkov había colocado extremidades artificiales a más de 30 pacientes peludos, incluyendo un trasplante cuádruple en un gato en 2019, pero esta es la primera vez que el veterinario intentó este procedimiento en una perrita.
Antes de volver a caminar, la perrita fue encontrada agonizando
En diciembre de 2020, Monika, la perrita de pelaje color beige, fue encontrada sin sus patas, con los muñones ensangrentados y agonizando en un bosque de la ciudad de Krasnodar, ubicada al suroeste de Rusia.
“Nadie sabe lo que le ocurrió, algunos voluntarios piensan que alguien le cortó las patas por crueldad”, explicó el veterinario, Gorshkov.
Después de encontrarla, un grupo de voluntarios de la población de Krasnodar se movilizó por la perrita. En específico, fue Alla Leonkina, una voluntaria de dicha ciudad, quien se hizo cargo de Monika durante un año y comentó que la cachorra estaba en un estado “abominable”.
Las prótesis y la operación para poder ayudar a la perrita tenían un costo muy elevado, hasta que Alla se enteró de que la clínica “Best” lanzó una campaña en línea para financiar la cirugía, de este modo lograron realizar el procedimiento, con éxito.
Los voluntarios estiman que la perrita tiene entre dos y cuatro años de edad, pero piensan que de no haberla encontrado, pudo haber terminado como uno de los tantos perros de la calle, perdidos y heridos que mueren a diario de forma lenta y dolorosa, no solo en Rusia, sino en el mundo.
