Carlos y Adrián encuentran en una fila de comida para llevar su fuente de empleo, y otra oportunidad: ellos son repartidores a domicilio.
Carlos admite que se mueve por toda la ciudad, pero sobre todo por la zona Roma, Condesa y Reforma, pues ahí encuentra puntos de mucho tráfico de pedidos.
Por su parte, Adrián reconoce que le va tan bien como trabaje: “Si le echas ganas desde temprano pues ganas bien, pero si echas la flojera pues no.”
UNA ALTERNATIVA DE AUTOEMPLEO
Se trata de una forma recurrente de autoempleo hoy en día, que le ayuda los repartidores a sortear los efectos económicos de la pandemia. “Yo trabajaba en un casino y obviamente con todo esto cerró, y me quedé sin empleo mucho tiempo y tuve que improvisar, pues saliéndome a trabajar a repartir comida”, explica Carlos Moar, repartidor por aplicación.
Los especialistas estiman que en México hoy existen 31 millones de usuarios de aplicaciones de entrega a domicilio, lo que se traduce en un 14% más que en 2020.
“Nosotros nos damos cuenta en los pedidos, porque antes recibías uno tras otro, y ahora si tarda un poquito más en que te salga, por lo mismo que somos más”, confiesa Adrián Mata, también repartidor a domicilio por aplicación.
El 76% de internautas que ordena a domicilio pide comida, 60% hace el súper, y el 49% adquiere medicamentos, según la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO). Sin embargo, también existen otras peticiones: “Hacemos mensajería y paquetería en general, entonces podemos entregar desde documentos. Hay veces que incluso personas nos piden que se les olvidó las llaves en casa de su pareja o el celular, entonces vamos a recogerlo, lo entregamos”, confiesa Omar Orozco, un repartidor independiente.
Ese servicio significa una comodidad para los usuarios, pero también una gran ayuda para repartidores como Omar, Adrián y Carlos, que obtienen en este empleo el 100% de sus ingresos.
