Hoy, Día Mundial del Hábitat

Centros de educación ambiental concientizan a capitalinos en pro de un mejor planeta.

Escrito por: Notimex
Hoy, Día Mundial del Hábitat
Hoy, Día Mundial del Hábitat

Frondosos bosques, coloridas flores y diversas especies de animales albergan las alcaldias con vocación agrícola de la Ciudad de México, una urbe que en cada rincón esconde una vasta riqueza natural, que vale la pena proteger y conservar, pues es el hábitat de diversas especies de flora y fauna.

Para lograr sembrar la semilla del cuidado por la naturaleza en los capitalinos y sus visitantes, existen los Centros de Educación Ambiental de la Sedema; Acuexcomatl, en Xochimilco; Ecoguardas, en Tlalpan, y Yautlica, en Iztapalapa; cada uno tan diferentes y únicos, no sólo por el suelo de conservación en donde se encuentran sino también por sus atractivos y las actividades que ahí se realizan.

Mientras que Acuexcomatl sobresale por sus amplios espacios de exhibición, Yautlica es un generador de ideas que motivan a la gente a tener una mejor relación con la naturaleza, en tanto Ecoguardas muestra la belleza y el cuidado del ecosistema Matorral de Palo Loco.

Acuexcomatl concientiza a chicos y grandes en Xochimilco

Al sureste de la Ciudad de México, en la delegación Xochimilco, se encuentra el Centro de Educación Ambiental (CEA) Acuexcomatl, cuyo nombre significa en náhuatl “Tinaja donde brota el agua”.

Este lugar, que durante 23 años se ha encargado de fomentar en la zona una educación ambiental enfocada a que las personas protejan a las especies y mejoren su calidad de vida, cuenta con atractivas aulas y espacios demostrativos, que lo mismo sorprenden a chicos y grandes.

Entre ellos, el Invernadero demostrativo, que exhibe plantas medicinales, comestibles, frutales, cactáceas y suculentas; la más sobresaliente de todas, la Cicada, que da la bienvenida a los visitantes y llama la atención por su gran tamaño y por pertenecer a una especie denominada fósil viviente porque no ha cambiado su forma desde hace millones de años.

Así como el lombricompostadero, donde se aprecia un calendario de siembra y se crea composta con lombrices rojas californianas, que ayudan a procesar los desperdicios orgánicos para que se conviertan en fertilizante de calidad.

Además, de su Mariposario, donde plantas de mastuerzos atraen a cientos de mariposas blancas de cola y patas negras, y del Ajolotario, que muestra belleza de este anfibios y su importancia para el habitad; el área que más sorprende es la de Apicultura, donde se puede conocer el proceso para cosechar miel de mano de un experto, quien en una sala especial y segura explica el ciclo de vida de las abejas y muestra la extracción de miel.

De acuerdo con la jefa de Unidad Departamental de Acuexcomatl, Dennis Adriana Monterrubio Pasapera, todos los Centros Educación Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) están acondicionados para atender a personas con diferentes discapacidades y en este espacio, se cuenta con fácil acceso para gente con discapacidad y adultos mayores.

Desde 1995, señaló en entrevista con Notimex, este Centro ha buscado sembrar en la gente la semilla de la conciencia, una labor que ha dado como resultado, habitantes de todas las edades involucrados en cuidar el medio ambiente.

“Mucha gente cree que la educación ambiental es solo para niños, es algo que se ha venido pasando desde los 70 y no, la idea es que la educación ambiental sea algo para todos desde niños hasta adultos mayores (…) ahora mucha gente del pueblo ya reclama este espacio como suyo”, compartió.

Yautlica genera ideas a favor del medio ambiente en Iztapalapa

Al oriente de esta urbe, un paisaje único, que en temporada de lluvias cautiva con frondosos árboles y tupidos pastizales, mientras que en el resto del año llama la atención por la aridez que ahí predomina, ofrece la Sierra de Santa Catarina, en la delegación Iztapalapa, la cual forma parte de las 15 Áreas Naturales Protegidas de la Ciudad de México. Ahí se encuentra, desde 2003, el Centro de Educación Ambiental (CEA) Yautlica, el cual se ha encargado, durante 16 años, de presentarle a la población innovadoras ideas que pueden aplicar a su vida cotidiana.

Este espacio, cuyo nombre en náhuatl significa “Guerrero Negro”, a diferencia de los otros centros de la Sedema capitalina que se adaptaron, fue creado y diseñado para ser un lugar dedicado al cuidado del medio ambiente y para atender a personas con discapacidad auditiva.

“Inició actividades en 2003 y cuenta con un auditorio, seis salas de usos múltiples, una cocina industrial, una casa ecológica, un mariposario, un área de huertos, arboretum, cactario, aula de residuos sólidos, de diversidad, palapas y dos canchas”, detalló la también bióloga Monterrubio Pasapera.

Entre sus atractivos destaca: la azotea naturada más grandes de la Ciudad de México, con una superficie de mil 500 metros cuadrados; un invernadero, del que se obtienen las plantas que se usan en los talleres, y un huerto, en el que se cosechan acelgas, cebollas y lechugas, por mencionar algunas.

Sin embargo, el atractivo principal de Yautlica es La Casa Ecológica, la cual en 60 metros cuadrados aprovecha todos los elementos naturales a su favor para dar comodidad a los que podrían ser sus habitantes; por ejemplo el techo cuenta con un diseño para aprovechar la luz solar y para captar agua pluvial, y se abastece de energía con paneles solares. Por si fuera poco, esta casa fue construida con pet compactado y sus muebles son muestra de la creatividad de los participantes del taller de materiales reciclados, en el que se fabricaron la sala, el comedor y muebles de cocina, entre otros.

Al igual que los otros dos centros de la Sedema, Yautlica cuenta con un muro de las ideas, en el que se exhiben masetas para huertos urbanos con materiales reciclados y un Aula de la Biodiversidad, en la que los niños conocen sobre la fauna del lugar, entre la que sobresalen serpientes, conejos, cacomixtles, lechuzas, zanates, cardenales, búhos y aguilillas.

A través de estos espacios, este centro destaca por ser “un generador de ideas, que aquí en Yautlica la gente puede tomar y llevarlas a sus casas y replicarlas, que les sirvan en su vida cotidiana”, destacó la bióloga Monterrubio Pasapera.

Ecoguaradas genera cambios ambientales positivos en Tlalpan

En tanto, en la delegación Tlalpan, se encuentra el CEA Ecogaurdas, que sobre sale por ubicarse en el ecosistema llamado Matorral de Palo Loco, donde habita una gran variedad de aves, serpientes, anfibios e insectos, en un paisaje único en el que predominan especies desérticas y templadas, magueyes, nopales, árboles de encino, de tepozán, tejocotes, flores de dalia y helechos, entre otros.

Este espacio, que cuanta con un sendero táctil y 11 mapas hápticos que ayudan a las personas con discapacidad visual en su recorrido, da la bienvenida a sus visitantes en el Pabellón Hídrico, que ha sido decorado con creativos murales y muestra cómo funciona un sistema de captación de agua de lluvia.

También cuenta con un Cactario, que exhibe plantas que fueron decomisadas por ser parte de cargamentos de tráfico ilegal, y con La Gran Colmena, sala en la que se enseña la importancia de las abejas para el medio ambiente, a través de una charla y la exhibición de un panal.

Empero, la atracción principal de Ecoguardas es, sin duda, el recorrido por el bosque, donde se puede disfrutar de la paz y tranquilidad que brindan los árboles, las plantas y el sonido de los animales que ahí habitan.

“Encontramos varias plantas, como perrito, magueyes, que son endémicos de la zona, así como las cactáceas, nopales, el capulín y el tejocote; también hay dalias rosas, lilas, amarillas; vemos encinos, el palo loco (…) y hay varias especies de helechos y árboles de tepozán”, mencionó el coordinador de este centro, Andrés Ocampo Palacios.

El también biólogo señaló que este espacio, que abrió sus puertas en 1985 como centro de adiestramiento de la policía ambiental, ha tenido como principal objetivo generar cambios de hábitos positivos para el medio ambiente entre la población.

Esta meta, si bien no ha sido fácil de lograr poco a poco se ha alcanzado, a través de los recorridos, talleres, cursos de capacitación y pláticas, e incluso; “muchos de los niños de los cursos de verano vienen y regresan cada año y lo hacen con el mismo ímpetu de buscar información para su formación y para volverse agentes de cambio dentro de sus escuelas, familias, dentro de sus comunidades”.

No obstante, el reto de concientizar a la población sigue cada día en este espacio y en todos los centros de educación ambiental, donde lo más complejo es cambiar la idea de que nadie puede hace nada por un mejor planeta.

“La verdad es que el reto de cambiar la idea de la gente es lo más fuerte; la otra es que las personas se acerquen y dediquen tiempo a la educación ambiental, que busquen estos espacios como alternativas, porque no siempre hay que ir a los parques de diversiones, sino que pueden venir aquí y aprender”, concluyó. Así estos centros de educación ambiental buscan sembrar cada día la semilla del cambio en los capitalinos, quienes con pequeñas acciones pueden mejorar su calidad de vida con una sana relación con el medio ambiente, al tiempo que ayudan a conservar la belleza natural de la Ciudad de México, que es hábitat de diversas especies.

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Escrito por: Notimex

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