9 de agosto.- Por muchos años, historiadores se han quebrado la cabeza por descifrar quién es la mujer que posa en la obra más famosa de Leonardo Da Vinci, la Mona Lisa, e incluso se han creado sospechas de que ésta no era una mujer.
Entre tantas teorías está que la mujer pudo ser la esposa de un comerciante e incluso la mujer ideal del pintor, hasta el misterio de que pudiera tratarse de un autorretrato.
Una reciente revelación por parte de dos hermanas italianas resulta ser interesante, que deja atrás todas aquellas hipótesis antes mencionadas, pues según NBC News, Natalia e Irina Strozzi, afirman ser parientes de la mujer.
Informaron que el nombre verdadero de la mujer que posó para Da Vinci, era Lisa Gherandini del Giocondo, esposa del empresario Francesco del Giocondo. Ambas, platicaron al medio, que su abuela siempre les habló de la relación con la mujer de la pintura, pero no le dieron importancia hasta que un amigo de ellas, Domenico Savini, historiador, decidió estudiar su árbol genealógico y descubrió que lo que la abuela les contaba, era verdad.
Según ellas, el padre del pintor era un notario que trabajó con Francesco, quien le pidió a Leonardo que pintara a su mujer. La declaración de las hermanas sobre el parentesco con Mona Lisa ha sido respaldada por Rab Hatfield, un profesor de historia en la Universidad de Siracusa, en Florencia.
“Puedo decir con total certeza que la modelo de la famosa pintura de Leonardo fue Lisa Gherardini del Giocondo, así que Natalia e Irina pueden estar seguras de que esta, de hecho, es su antepasado”, dijo Rab Hatfield.
Leonardo da Vinci hizo la pintura en el año 1503 en Italia, pero ahora se encuentra en el Museo del Louvre, en París, ya que la obra fue trasportada por el mismo Leonardo cuando se mudó de Florencia a París, y fue vendida al rey de Francia tras la muerte del pintor en 1519.
Las Strozzi, no solo estarían relacionadas con Lisa Gherardini, sino que entre sus parientes se encuentran el historiador Francesco Guicciardini, de quien Nicolás Maquiavelo fue secretario; Estanislao Kostka, uno de los santos que más admiraba Juan Pablo II, y Piero Strozzi, mariscal cuyo busto se encuentra en la galería de las batallas del Palacio de Versalles. Incluso, tuvieron un lejano parentesco con Winston Churchill.
