CDMX. En la UNAM ya estan desarrollando suelos artificiales no sólo para promover la agricultura urbana, sino para regenerar jardines y construir nuevos parques, y para rehabilitar zonas contaminadas por la industria.
Esta idea de los tecnosuelos permitiría crear milpas urbanas, jardines y azoteas verdes, de esta manera, según los investigadores, podrían evitarse inundaciones o encharcamientos en la Ciudad de México.
Los tecnosuelos, son hechos con mezclas de residuos orgánicos e inorgánicos.
También se les cone como ‘suelos artificiales’ o ‘a la medida’, son producidos (mediante talleres de investigación con estudiantes) desde hace cinco años por integrantes del grupo de trabajo “Suelo y Ambiente”, del Instituto de Geología (IGL).
Actualmente, los universitarios prueban siete tecnosuelos, creados con diferentes combinaciones: por un lado, residuos orgánicos, como la composta proveniente de una de las plantas de la Ciudad de México; lombricomposta, en cuya producción se emplea la lombriz roja o californiana (Eisenia foetida); aserrín, que por su baja densidad favorece el crecimiento radical de las plantas; y biocarbón, obtenido por la descomposición térmica (pirólisis) de cualquier residuo orgánico y utilizado para mejorar las propiedades de los suelos.