En uno de los duelos más esperados de este verano, el Liverpool se midió ante el Chelsea este miércoles en el estadio del Besiktas, en el que el cuadro campeón de la Champions League triunfó en tanda de penales tras un empate en tiempo regular a dos goles.
En el duelo de Supercopa de la UEFA, los conjuntos que marcaron la pauta en competencias europeas la temporada pasada, dieron un juego cerrado, en el que los Blues estuvieron a la cabeza, pero que finalmente no pudieron conservar el marcador.
En el duelo de Supercopa de la UEFA, los conjuntos que marcaron la pauta en competencias europeas la temporada pasada, dieron un juego cerrado, en el que los Blues estuvieron a la cabeza, pero que finalmente no pudieron conservar el marcador.
Al 36’, Oliver Giroud firmó el primero del equipo que entrena Lampard, cuando cerró la pinza en una gran triangulación.
Al 48’, Mané emparejó el marcador cuando hubo una serie de rebotes en el área que descontrolaron al arquero del Chelsea, para que el senegalés Sadio Mané empujara el esférico a las redes.
El encuentro tuvo emociones, pero no goles, por lo que se fue hasta tiempos extras, en el que Mané de nueva cuenta movió el marcador, al disparar en una triangulación que dejó atónito a todo el estadio del Besiktas.
Cuando parecía que se iba a definir el juego así para los Reds, Chelsea echó todo al frente y consiguieron un penal al 101’, que convirtió el estelar Jorginho con un toque suave y lejano a la posición del guardameta.
El juego empatado y atascado a dos goles llegó hasta los penales, en donde el equipo de Klopp se logró imponer, cuando Tammy Abraham falló el último de los cinco del Chelsea.
Los Red sumaron así otro título de este conjunto de época. Triunfaron viviendo desde abajo y con determinación.
