Un estudio del Hospital Universitario de Lausanne, Suiza, publicado en la revista “British Medical Journal Heart”, muestran que dormir después de comer una o dos veces por semana, reduce el riesgo de ataque cardíaco, entre otros factores.
La investigación consistió en monitorear a 3 mil 400 personas de entre 35 y 75 años durante cinco años.
Los resultados fueron que, comparado con aquellas personas que no acostumbran a dormir la siesta, las que duermen un rato después de comer tienen un 50% menos de posibilidades de sufrir un ataque al corazón.
Esto se debe a que ayudaría a prevenir la aterosclerosis, la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancia en las paredes de las arterias y que provoca un estrechamiento y endurecimiento de las mismas. Algo que está, en muchos casos, provocado por la falta de sueño.
