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Grupos criminales se disputan Chilpancingo, Guerrero: Seguridad y la rebelión de las masas

En Guerrero, específicamente en Chilpancingo, la seguridad está patas pa’ arriba pues se disputan el territorio 2 grupos criminales: “Tlacos” y “Los Ardillos”.

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Grupos criminales se disputan el territorio de Chilpancingo, Guerrero: Seguridad y la rebelión de las masas
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La seguridad siempre ha estado en manos de unos cuantos. Un grupo reducido de potentados y dizque expertos que según tiene la capacidad para proteger el bien más valioso que tenemos: la vida.

No cualquiera puede enfrentar a la mañita o armar una estrategia de seguridad ni mucho menos accionar un arma. Todas estas cosas requieren maestría que, para suerte de muchos y desgracia de otros, no todos la tienen.

Este grupo de especialistas en seguridad se convirtió en una élite que sin deberla ni temerla se insertó en lo que el politólogo alemán Robert Michels (1911) definió como la “ley del hierro de las oligarquías”, que en español mexicano significa la tendencia a constituir pequeños comités para la toma de decisiones.

Pensemos en la pedita del próximo viernes. Siempre van a haber quienes lancen la convocatoria, los que organicen las cheves y los que busquen el lugar o pongan la casa. Puedo decirles, con seguridad, que siempre será un grupo reducido el que toma esa clase de decisiones.

Sin embargo, a la luz de los hechos ocurridos en Chilpancingo, Guerrero, con la quema de vehículos, el asesinato de personas, el enfrentamiento entre autoridades y la pobladores queda muy clara una cosa: los expertos en seguridad no son tan expertos en seguridad.

(In) Seguridad… ¿Qué está pasando en Guerrero?

De acuerdo con el periodista Federico Anaya de Fuerza Informativa Azteca en Guerrero y, específicamente, en Chilpancingo, la seguridad está patas pa’ arriba pues se disputan el territorio 2 grupos criminales: los “Tlacos” y “Los Ardillos”..

Esto ha provocado afectaciones no solo en aspectos de seguridad pública sino, también en el servicio de transporte público, cierres a las vialidades, cortes a los servicios de energía, cierre de comercios y la sensación aplastante de una falta absoluta de gobierno. Ni más ni menos.

Entonces, aquí hay de 2 sopas: o los expertos en seguridad no son expertos en seguridad o los expertos no están haciendo bien su chamba. Y en ambos casos la cosa es sencilla, si no pueden que renuncien antes de que los renuncien.

La rebelión de las masas

Frente a esta incompetencia en materia de seguridad sucedió lo esperado: la gente empezó a tomar justicia por su propia mano (como en el caso de las autodefensas en otros lugares de la república).

Y no solo eso… la racita, el mexicano de a pie, creó su propia estrategia de seguridad: recubrieron sus hogares con barreras, establecieron horarios, se armaron hasta los dientes y por experiencia más que por sapienza se defendieron de la mañita que está presente en más del 81% del territorio.

La banda mexa se rebeló, cuestionó a gobernantes y tomó en sus manos las decisiones en materia de seguridad… una rebelión de las masas, como advirtió el filósofo español José Ortega y Gasset (1929) hace más de 100 años.

Atrás se quedaron los tiempos del beneficio de la duda. Hoy estamos en un punto en el que bien valdría la pena reconocer de una vez por todas que no tenemos funcionarios a la altura de las circunstancias y que la agenda de seguridad debe ser la prioridad para la siguiente administración. ¿O ustedes qué opinan?