Ciudad de México.- María Guadalupe Fuentes, la mujer que se desmayó en el pasillo de la estación Tacubaya del Metro fue desalojada y abandonada en un pasillo de acceso a las instalaciones porque paramédicos que acudieron a atenderla se equivocaron en el diagnóstico.
No se dieron cuenta de que había sufrido un derrame cerebral, confundieron sus síntomas con consumo excesivo de alcohol, sostuvieron autoridades capitalinas.
Florencia Serranía, directora del Sistema de Transporte Colectivo; Jesús Orta, secretario de Seguridad Ciudadana y Ernestina Godoy, procuradora de Justicia de la ciudad de México, ofrecieron un mensaje a los medios, en el que no aceptaron preguntas, 48 horas después de que se dieran a conocer los hechos, ocurridos el 16 de febrero.
Serranía dijo que a las 8:55 de la mañana, casi dos horas después de que María Guadalupe fuera llevada a la oficina de la jefa de estación porque se había desmayado, acudió la ambulancia número 4 de Protección Civil de la alcaldía Miguel Hidalgo.
Sin embargo, los rescatistas señalaron que la mujer de 56 años estaba alcoholizada, por tanto, le colocaron suero y dijeron que en tres horas podría retirarse por sus propios medios. Un video de las cámaras de vigilancia mostró que cinco policías la sacaron a rastras ya que ni siquiera podía caminar debido al infarto cerebral que había sufrido.
Luego la abandonaron en el pasillo de acceso, donde permaneció 26 horas hasta que otros paramédicos la rescataron y la llevaron a un hospital del IMSS, donde murió el 18 de febrero.
La directora del Metro señaló que fue informada de lo ocurrido el 17 de febrero, un día después de que sacaron a María de las instalaciones pero no se indicó quién ordenó sacar a la mujer.
Orta ofreció disculpas por el desempeño de sus elementos.
“Reconozco de manera personal e institucional la mala y deficiente actuación de cinco elementos de la policía bancaria e industrial que participaron en estos hechos. estos elementos actuaron de manera deshumana”.
La jefa de estación Tacubaya, cinco policías y los paramédicos están sujetos a investigación en la Procuraduría de Justicia capitalina.
