El socavón de la localidad de Santa María Zacatepec, en el municipio de Juan C. Bonilla, en Puebla, se habría formado por causas naturales. No existe evidencia de que se deba a la sobreexplotación del acuífero cercano, dio a conocer la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En un comunicado, el organismo dio a conocer que entregó al gobierno del estado de Puebla, la opinión técnica sobre las condiciones geohidrológicas en la zona del socavón, el cual fue elaborado por la Dirección General del Organismo de Cuenca Balsas, con el apoyo de la Gerencia de Aguas Subterráneas de la Subdirección General Técnica.
Un proceso natural
De acuerdo con la información geológica del sitio, existen elementos que sugieren el proceso de formación de cavernas o dolinas, “el cual obedece a un proceso natural de disolución de las rocas calcáreas, las cuales eventualmente pueden colapsarse u obstruirse en forma natural y abrirse posteriormente”, señala Conagua.
Añadió que en la zona del socavón, el agua subterránea tiene mayor temperatura que en el resto del acuífero, lo que sugiere el ascenso de las aguas profundas hacia el acuífero superior.
El socavón se formó el pasado 29 de marzo, con un diámetro aproximado de cinco metros. Hasta el momento su diámetro ha rebasado los 125 metros con una profundidad de 120 metros.
De acuerdo con la verificación realizada en fechas recientes, los niveles piezométricos del acuífero se mantienen estables, similares, y en algunos casos por arriba a los reportados en estudios anteriores.
Esto indica que no hay evidencia de abatimiento del acuífero; es decir, “no existen elementos para establecer una relación causal del fenómeno de hundimiento a partir del proceso de variación de niveles del acuífero”.
No hay sobreexplotación
Además, el acuífero del Valle de Puebla todavía cuenta con agua, de acuerdo con los estudios de disponibilidad del acuífero, y con la actualización de su disponibilidad publicada en el Diario Oficial de la Federación el 17 de septiembre de 2020.
El acuífero Valle de Puebla se localiza en el extremo centro-occidental de la entidad y comprende una superficie de dos mil 25 kilómetros cuadrados.
Se concluye que el acuífero “no se encuentra en condición de sobreexplotación y mucho menos que ésta pueda ser la causa del accidente geológico del socavón”.
Con estas evidencias, la Comisión Nacional del Agua considera que los estudios iniciados por diferentes dependencias federales y estatales, deben enfocarse principalmente en el análisis geológico y tectónico más profundo de la zona de interés.
Y reiteró que seguirá colaborando con las autoridades federales y estatales involucradas en la atención de este problema, “en estricto apego a evidencia técnica y científica”. (Con información de Conagua)
