El amor tiempos de Covid-19, se ha ido transformando un poco más a tal grado que varias personas buscan la forma de volver abrazar a sus seres queridos, aunque sea por un momento.
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Tal es el caso de dos abuelitos, Barbara de 71 y Clive Walshaw de 73 años, de Bramley, en Leeds, West Yorkshire, estaban pasando por momentos muy tristes, pues desde el inicio de la pandemia en el mes marzo, se vieron obligados a no poder ver a sus nietos. Por lo que
Tras 9 meses de mantenerse alejados, tuvieron una increíble y muy ingeniosa idea para volver a compartir un abrazo con sus nietos.
Para poder cumplir sus más grandes deseos de volver a abrazar a sus nietos, luego de llevar meses sin poder hacerlo, a este par de abuelitos se les ocurrió la gran idea de disfrazarse de osos polares.
En un inicio, la pareja tenía pensado pasar la Navidad en su casa y por medio de una reunión virtual ver a sus nietos y pasar un buen rato con ellos, sin embargo, Bárbara mientras hacía sus compras navideñas, encontró dos disfraces inflables de osos polares por lo que no lo dudó ni un momento y decidió comprarlos para así poder ir a visitar a los niños.
Después de 9 meses, Bárbara y Clive pudieron visitar a sus nietos, llamados Quinn de tan solo 6, Morgan de 8 y Mackenzie de 14 años, aunque estaban vestidos de osos polares. Lo mejor de esta idea, es que los trajes son inflables y los niños no corren ningún riesgo ni los abuelitos tampoco, así que por eso decidieron sorprender de esta manera.
GRAN AND BEAR IT - Grandparents who hadn’t hugged their grandsons since March shared a loving embrace - thanks to these inflatable polar bear costumeshttps://t.co/h8hnZA7vum
— Joe Pagnelli (@joepagnelli) January 1, 2021
Después de hacerse viral esta pareja de encantadores abuelitos, los medios ingleses entrevistaron a la ingeniosa abuela, quien afirmó que eran las mejores 15 libras esterlinas que había gastado en su vida, debido a que los trajes le trajeron felicidad a toda su familia y pudieron sentir el puro espíritu navideño, a pesar de estar en pandemia de la Covid-19.
Además, los pequeños se mostraron tan sorprendidos por el regalo de sus abuelitos que no podían dejar de llorar de la emoción.
Todos estaban tan felices en esos seis minutos. Y reímos y lloramos. Me encantó
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Aunque minutos antes de que los abuelitos llegaron a casa de sus nietos, sus padres les dijeron que habían escuchado un rumor en las noticias de que unos osos polares estaban paseando por el barrio donde vivían, en Kirkstall. Por lo que sería la sorpresa de los niños al salir y ver que eran sus abuelitos disfrazados en trajes inflables.
