Los días previos a la pelea contra el Macho Camacho no son gratas para Julio: se despide de Brisa, quien ahora tiene prisa por irse pues su carrera ya está despuntando; más tarde recibe la noticia de que Hacienda amenaza con quitarle sus adorados autos de colección.
Por más que grita y hace rabietas no puede evitarlo. Julio intenta contactar a Amalia para que esté al pendiente, pero no la encuentra por ningún lado; ignora que está ocupada consiguiendo documentos para la abogada Bianchessi y hacer más sólida la demanda de divorcio.
Además de todo esto tiene que lidiar con la payasadas del Macho Camacho que ya lo tiene harto, le asegura que le va a quitar lo hocicón, le apuesta 100 dólares a que le gana, el Macho, burlón, acepta; por otro lado, Ángel, ya con problemas de dinero, empeña lo último que tiene para apostarle a Julio en su combate; poco después cita a Blanca en Cancún: le dará la información que tiene de los Pérez Toledano, pero no sabe que gente del cártel le está pisando los talones y al final es asesinado por uno de sus sicarios: La Ardilla quien se queda con el famoso libro amarillo de los Pérez Toledano.
Blanca llega tarde a la cita, Ángel ya está muerto, logra recuperar su grabadora, detrás de ella llega la DEA. Julio demuestra por qué es el campeón mundial y gana la pelea, que se convierte en épica, hasta Mr. Burke está orgulloso de él. La arena se vuelca a favor de Julio que retiene su cinturón, pero su momento de felicidad se quiebra cuando se entera de la demanda de divorcio de Amalia y esto lo empuja a probar por primera vez la cocaína: el inicio de su camino a las drogas y la autodestrucción.