Las condiciones climáticas secas representan una de las causas principales de los altos niveles de inseguridad alimentaria grave, ya que dificultan la disponibilidad y el acceso de alimentos a millones de personas, una situación que amenaza principalmente a África.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió este jueves que desde hace tres meses un total de 41 naciones, de las cuales 31 están en el continente africano, continúan necesitando ayuda externa para obtener alimentos.
En su informe Perspectivas de Cosechas y Situación Alimentaria, la agencia reveló que el daño que han causado los ciclones y los déficits de lluvia de este año tuvieron como consecuencia pérdidas en la producción agrícola en el sur de África.
Las condiciones climáticas extremas provocaron una disminución en las cosechas por segundo año consecutivo en Zimbabwe y Zambia, en tanto naciones vecinas de igual modo registraron recortes en la producción, como Mozambique que en marzo pasado fue afectado por el ciclón “Idai”.
En África oriental, las cosechas de la primera temporada se vieron afectadas por una sequía severa, que también causó degradación de las condiciones de los pastizales.
El informe, publicado por la División de Comercio y Mercados de la FAO, indicó que en Kenia, Somalia y Sudán se prevén cosechas muy por debajo del promedio este 2019.
En tanto, Asia también enfrenta problemas de producción de trigo y cebada, ya que se espera que serán inferiores las cosechas que se recogerán en octubre próximo, situación que es consecuencia en gran medida de la reducción de lluvias y bajo nivel de agua de riego.
Según Misión de Evaluación de Seguridad Alimentaria Rápida FAO/PMA de 2019, actualmente más de 10 millones de personas (40 por ciento de la población total) padecen de la inseguridad alimentaria y necesitan urgentemente asistencia.