Aunque las Fuerzas Armadas en nuestro país tuvieron su origen hace 200 años con el Ejército Trigarante y la Consumación de la Independencia, las bases del Ejército actual se sentaron el 19 de febrero de 1913, en pleno conflicto revolucionario, tras el asesinato del presidente Francisco I. Madero y la traición y golpe de Estado del general Victoriano Huerta.
Fue Venustiano Carranza, entonces gobernador de Coahuila, quien desconoció la presidencia de Huerta y obtuvo facultades para integrar un ejército y restablecer el orden legal en el país. Dicha armada recibiría por nombre Ejército Constitucionalista, y posteriormente se transformaría en el Ejército Mexicano.
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“En 1950 el presidente Miguel Alemán instituyó el 19 de febrero como Día del Ejército, tomando como base los hechos derivados de la Decena Trágica y la conformación del Ejército Constitucionalista sin embargo, fue Agustín de Iturbide junto con Vicente Guerrero quienes desde 1821 crearon al primer ejército, el de las tres garantías o Trigarante, que sirvió a México en ese entonces ya como una nación independiente”, explicó el historiador José Luis Reyes.
Hoy, el Ejército Mexicano se encarga de la defensa del territorio y de su soberanía nacional, garantizar la seguridad al interior del país y aplicar el plan DN-III-E en caso de desastres naturales; es la rama terrestre de las Fuerzas Armadas de México.