Malandros en la pantalla grande... desde 2005

Los malandros se define como “actores feos”, que ofrece sus servicios a productores de cine y televisión a partir de 2005

Escrito por: Jorge Zarza

Ha decorado su cuerpo de pies a cabeza para convertirlo en un lienzo de piel donde exhibe sus tatuajes.

Le dicen el Malandro, pero en realidad se llama Álvaro, vive en las entrañas de Ciudad Neza, a donde se necesita pasaporte para poder ingresar sin ser mal visto.

“Ya lo había visto de reojo en algunos capítulos de Rosario Tijeras, porque el Malandro, trabaja como “extra” en películas y series cuando se requiere un papel de malo o de feo. Sí, ése es su oficio”.

Concertamos la cita a las 10 de la mañana en el barrio de la Santa Cruz, enclavado entre callejuelas escoltadas por bardas grafiteadas. Esquivamos dos “retenes” improvisados con cubetas en medio de la calle para adentrarnos al lugar de la entrevista.

Al llegar, el malandro no estaba solo. Lo habían acompañado seis de sus amigos, quienes desde el 2005 crearon el Colectivo Malandros, un grupo de “actores feos” -como ellos mismos se definen- para ofrecer sus servicios a productores de Cine y Televisión.

Me miró fijamente a los ojos y me ofreció el puño en señal de bienvenida, mientras me presentaba a los otros integrantes de la banda, entre ellos, el “Tabique” apodado así por que era lo primero que agarraba para defenderse en las peleas callejeras. El equipo élite de Fuerza Informativa Azteca encabezado por Ricardo Ruiz, Esteban Sánchez y Carlos Olaf, eligieron un mural urbano como escenografía para las entrevistas.

He de confesar que andaba nervioso, sobre todo cuando el Tabique comentó que “apenas ayer aquí en la esquina rafaguearon a unos compas”. Tragué saliva y me dieron ganas de orinar.

Al preguntar por un baño, el mismo Tabique ofreció la casa de enfrente, pero cuando crucé el oxidado marco de la puerta me recibió la dentadura afilada de un perro Rottweiler que sin dar un ladrido provocó que me dieran más ganas. Ya sabes, me aplicó el típico y odioso “no hace nada”.

Esquivé al perro y salí al encuentro con Álvaro Pérez González, el jefe malandro.

Usa unos lentes oscuros como si fueran diadema, aunque a veces, como hoy, cubren sus ojos negros y se han convertido en parte de su vestuario dentro y fuera de los escenarios.

Empezó como extra, pero su talento y su voz potente le abrieron paso hasta llegar a series como Rosario Tijeras y otras más producidas por Televisoras de México y Estados Unidos.

A ras de banqueta me cuenta que su actuación estelar fue en Elysium, protagonizada por Matt Damon, con quien compartió escena acompañado de Diego Luna.

Luego, me invitó a caminar por las calles del barrio y atravesamos un tianguis en donde hicimos escala en un puesto de papas a la francesa que crujían en un cazo de bronce donde burbujeaba el aceite. Pedimos una orden bañadas en salsa catsup mientras caminaba orgulloso de su barrio, de la gente que lo saludaba y de su apariencia siniestra. Y ahí yo con él, sintiéndome protegido por la banda, hasta que apareció nuevamente el perro, pero esta vez, dibujado en la pared.

Aquí, más que bardas pintadas, las fachadas son pergaminos de concreto que difunden lo bueno, lo bello y lo verdadero de los malandros de Ciudad Neza.

Escrito por: Jorge Zarza