Los cerca de mil migrantes que ingresaron la madrugada del jueves por el Río Suchiate continuaron su camino por Chiapas en su afán de seguir por territorio mexicano hasta llegar a Estados Unidos.
La Guardia Nacional montó un cerco de seguridad para contener el paso de los integrantes de la primera caravana migrante del 2020.
A su llegada, centroamericanos quisieron avanzar pero se toparon con los elementos de seguridad federal. Entre forcejeos y agresiones quisieron hacer un intento más sin éxito.
Finalmente, elementos de la Guardia Nacional logró detenerlos y subirlos a los camiones del Instituto Nacional de Migración para definir su situación jurídica y ser deportados a sus países de origen.