Las acciones europeas cayeron el lunes, en un descenso liderado por los bancos, ya que el miedo a que la guerra comercial entre Estados Unidos y China empuje a la economía mundial a una recesión llevó a los inversores a buscar activos más seguros.
El agravamiento de las protestas en Hong Kong y el colapso del peso argentino contribuyeron al mal ánimo en todo el mundo.
El agravamiento de las protestas en Hong Kong y el colapso del peso argentino contribuyeron al mal ánimo en todo el mundo.
El índice paneuropeo STOXX 600 redujo su ganancia inicial y cerró con una pérdida de 0,3%. La semana pasada el referencial anotó un descenso de 1,7%, presionado por las tensiones comerciales y la agitación política de Italia.
Goldman Sachs afirmó que hay más miedo a que la guerra comercial entre Washington y Pekín lleve a una recesión, y que no ve un acuerdo entre ambos antes de las presidenciales estadounidenses de 2020. Por su parte, Ifo dijo que el panorama económico se ha deteriorado en todo el mundo.
Los datos de la producción industrial de la semana pasada de Alemania y la primera contracción de la economía del Reino Unido desde 2012 son la evidencia más reciente de las tribulaciones en Europa. El miércoles se publican cifras del crecimiento alemán.
El desánimo ha llevado a descensos en los rendimientos de los bonos y a una paliza contra el los papeles de los entidades financieras. El lunes, el índice bancario perdió un 1,8%y tocó un mínimo de más de tres años.
Las pérdidas entre los índices europeos fueron encabezadas por el español Ibex-35, que cerró con un descenso del 0,93% a su nivel más bajo desde el 3 de enero de 2019.
Otro catalizador para los mercados esta semana podría ser el simposio anual de la Reserva Federal, tras la cual los inversores esperan obtener cierta claridad sobre la senda futura de las tasas de interés en Estados Unidos.
