Basora, Iraq.- Los manifestantes prendieron fuego al principal edificio del gobierno en la ciudad de Basora, al sur de Iraq, dijeron fuentes de seguridad, en medio de un creciente descontento por los servicios básicos deficientes.
Los manifestantes también bloquearon el camino desde el centro petrolero de Basora a Bagdad para expresar su enojo por los cortes de electricidad, el desempleo y la corrupción arraigada en el sur del país, el corazón chiíta de Iraq.
Más temprano, las fuerzas de seguridad rociaron gas lacrimógeno y dispararon al aire para tratar de dispersar a los manifestantes. La muerte de cinco manifestantes en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad el martes se sumó a la furia.
Fuentes de seguridad y salud dijeron que 22 miembros de las fuerzas de seguridad habían resultado heridos en la violencia del martes, algunos con una granada de mano. El miércoles, las frustraciones se centraron una vez más en el edificio de la gobernación provincial, donde miles de personas se reunieron, arrojaron piedras e intentaron derribar barreras de concreto.
Basra, la segunda ciudad más grande de Irak, es un bastión de Moqtada al-Sadr, un clérigo chiíta y ex líder de una milicia sectaria antiamericana que se ha transformado en un defensor de la lucha contra la corrupción.
La ira del público ha crecido en un momento en que los políticos luchan por formar un nuevo gobierno después de unas elecciones parlamentarias inconclusas en mayo. El bloque de Sadr ocupó el primer lugar en la votación, que estuvo contaminada por acusaciones de corrupción que obligaron a un recuento. El principal clérigo chiíta iraquí, el gran ayatolá Ali al-Sistani, ha expresado su apoyo a las protestas.