Historia de terror: “robo de cadáveres” | El Punto de Vistalvazo

¿Por qué ocurre el robo de cadáveres de las tumbas? ¿para rellenarlos de droga? ¿para usarlos en rituales? ¿para literalmente vaciarlos?

Escrito por: Alejandro Villalvazo

¿Ante qué estamos?...

Para mí, esa sería la gran pregunta después de enterarnos de esta historia de terror, los papás de Tadeo, Ramón y Karina, escucharon en las noticias que el cuerpo de un bebé de tres meses había aparecido en los botes de basura del penal de Puebla.

El cadáver presentaba una cicatriz a la altura de la apéndice y todavía tenía la pulsera que colocan en los hospitales con los apellidos “Ayala Peralta”.

Era mucha coincidencia, su hijo tenía exactamente tres meses cuando falleció, Tadeo nació el 4 de octubre y murió el 5 de enero, lo enterraron el día de los Reyes, su bebé tenía una cicatriz de siete centímetros en la “pancita” por una de las cirugías a las que fue sometido en el hospital pediátrico de Iztacalco, a causa de fallas intestinales, y lo más revelador, la mamá de Tadeo se apellida “Ayala Peralta”.

Esas tres grandes coincidencias, y el instinto, los hicieron ir al panteón de San Nicolás Tolentino, en Iztapalapa.

El terror estaba frente a ellos, la tumba estaba vacía, “alguien” había exhumado el cuerpo.

Los papás de Tadeo viajaron a Puebla, en la Fiscalía del estado, les hicieron preguntas y revisaron los documentos sobre la atención médica, la muerte y la inhumación del cuerpo.

El protocolo marca una prueba de “adn”, el resultado de ese examen pericial genético fue positivo, hay correspondencia entre el cuerpo del niño encontrado en los botes de basura del penal de Puebla y la pareja que se identificó como los padres de Tadeo.

La necropsia hecha en Puebla detalló que el cuerpo conservaba todos sus órganos.

Según la Fiscalía, ya fue identificada la persona que dejó el cuerpo en el contenedor de basura y que de ahí parte para desenredar la madeja: ¿quién y cómo transportó el cuerpo?, ¿cómo lo metieron al penal?, ¿qué hicieron con él?

En la Ciudad de México, la Fiscalía tendría que abrir su propia investigación y responder a las preguntas: ¿quién se robó el cuerpo?, ¿qué responsabilidad tienen encargados y sepultureros del panteón civil de Iztapalapa?, ¿es un hecho aislado? o ¿hay bandas dedicadas al robo de cadáveres?.

A nivel país se debería de abrir el debate: ¿para qué se roban los cuerpos de una tumba? ¿para rellenarlos de droga y traficar? ¿para usarlos en rituales de brujería, santería, para, literalmente, vaciarlos... para qué?

¿Ante qué estamos con esta historia de terror?

Preguntas, preguntas y más preguntas, otra para acabar: ¿serán capaces las autoridades de dar las respuestas?.

Tadeo, ya fue enterrado nuevamente, descanse en paz, a sus papás, Ramón y Karina, un abrazo y pronta resignación.

Escrito por: Alejandro Villalvazo