Los precios del petróleo subieron el jueves hasta alcanzar nuevos máximos de cuatro semanas, gracias a datos económicos en Estados Unidos que impulsaron los mercados bursátiles y a las previsiones de un aumento de la demanda de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la OPEP, cuando los países comienzan a recuperarse de la pandemia del COVID-19.
Los futuros del Brent subieron el jueves 36 centavos, o un 0.54%, hasta los 66.94 dólares el barril, mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) subió 31 centavos, o un 0.49%, a 63.46 dólares. Ambos contratos avanzaron por cuarto día consecutivo, por primera vez desde febrero, y también terminaron en su nivel más alto desde el 17 de marzo.
“El petróleo está empezando a reconectarse con la fortaleza de la renta variable, con la ayuda de un dólar más débil”, dijo Jim Ritterbusch, presidente de Ritterbusch and Associates.
Las ventas minoristas en Estados Unidos repuntaron más de lo previsto en marzo, ya que los estadounidenses recibieron más cheques de ayuda por la pandemia y las vacunas para el COVID-19 permitieron una reactivación económica más amplia. Los datos y las ganancias optimistas de varias empresas ayudaban a impulsar los índices S&P 500 y Dow Jones a máximos históricos, reforzando las expectativas de un repunte económico más amplio.
El dólar estadounidense iba camino de caer a un mínimo de cuatro semanas frente a una cesta de divisas. Un dólar más débil hace que el petróleo sea más barato para los agentes que usan otras monedas, lo que, según operadores, ayuda a sostener los precios del crudo.