1 de diciembre.- Desde la Plaza de la República, Adrián LeBarón lanzó un grito de dolor por el asesinato de su hija y sus nietos al señalar que “frente a la peor pesadilla mi furia es del mismo tamaño de mis ganas de vivir”.
Frente miles de personas reunidas en el Monumento a la Revolución para protestar contra la actual administración federal, el líder mormón, padre de la mujer y los niños que fueron asesinados y calcinados en un camino entre los estados de Chihuahua y Sonora, sostuvo que no busca ofender a nadie.
Ante activistas sociales, dirigentes y legisladores de partidos de oposición, así como ciudadanos independientes, pidió que le ayuden a “detener mi sangre, antes de que se salga de mi pecho”.
Anunció que caminará por todo el mundo para que todos lo escuchen y buscará “conocimientos, prácticas y consejos, para construir, desde mi municipio un ejemplo de pueblo, donde la prioridad sea el respeto a la vida”.
Invitó a todas las conciencias buenas de este mundo, a las mejores, a las más fuertes a sembrar vida cada día y a confrontar de cara y sin descanso cualquier tipo de violencia que se presente.
Dijo que a su hija la mataron solamente por querer vivir y que “asesinar a mujeres y niños es un acto despiadado, es la peor pesadilla para un padre, para una madre, para una familia y para un país; cada muerte -lanzó- es un pedazo de vida que se apaga dentro de nosotros”.
A su vez Julián LeBarón planteó que si no se tiene manera de proteger la vida, no tenemos libertades y nadie debe arrebatarnos esa libertad.
Pidió para él y para su familia solidaridad, abrazos y consuelo, y llamó a los mexicanos defender como prioridad la vida, porque es mucho más importante que cualquier diferencia entre los pueblos.
A su vez Alejandra Morán, creadora del movimiento Chalecos México, recordó que el actual gobierno llegó al poder con gran respaldo ciudadano, pero ahora se busca destruir a las instituciones y los ciudadanos no lo van a permitir.
Expuso que existe una serie de decisiones de gobierno que no ayudan al país y por eso pidió al presidente de la República rectificar el rumbo.
A su vez la periodista Beatriz Pagés externó que hoy a dos kilómetros de distancia entre los discursos de Palacio Nacional y el Monumento a la Revolución, se muestra a dos países muy distintos.
En uno de ellos, dijo, se ve a un país de un sólo hombre y en el otro al verdadero México libre, decidido a defender la democracia y la legalidad.
Sin incidentes los asistentes se retiraron del lugar y avanzaron hacia el Museo Memoria y Tolerancia acompañando a la familia LeBarón.