26 de agosto.- En el número 216 de la calle Chihuahua, entre Monterrey e Insurgentes, colonia Roma, está la casa de transición de Andrés Manuel López Obrador, que este domingo luce tranquila, sin las filas de gente que acude a dejar sus peticiones, a saludar o solo a ver al presidente electo.
Hoy tampoco entran y salen los más cercanos colaboradores de López Obrador que entre semana se observan constantemente, ni se arremolinan los reporteros, fotógrafos y camarógrafos de los diferentes medios de comunicación, que permanecen en el lugar hasta más de 12 horas diarias.
Este domingo la calle está serena, solo se ve el tránsito local, algunos transeúntes y uno que otro ciudadano que llega a entregar alguna solicitud para que el próximo gobierno federal solucione problemas de sus viviendas o de trabajo, entre otros asuntos.
Llegan caminando y en dejan en la entrada, a un policía que resguarda el lugar, los escritos que traen consigo, mientras el vigilante les asegura que el presidente electo recibirá sus peticiones.
Al lugar arriban un señor y su esposa, quienes traen una bolsa de plástico grande transparente llena de muñecos de peluche con la figura de López Obrador vestido de traje negro y portando en el pecho un listón tricolor cruzado que simula ser la Banda Presidencial.
Después de la foto, el hombre ofreció a la venta, por 200 pesos, las graciosas figuras, sin embargo nadie adquirió alguna.