La mañana del pasado 25 de julio, el radiotelescopio CHIME captó en Canadá una señal de baja frecuencia cuyo origen todavía se desconocen y además es una de las señales más raras que hasta ahora se conozcan.
Las señales son conocidas como ráfagas de radio (FRB) y son un fenómeno conocido por astrónomos y operadores de radiotelescopios que duran apenas unos milisegundos y que son perceptibles en la Tierra. La primera ráfaga se registró en 2007 y aunque se desconoce su origen los expertos aseguraron que provienen de otras galaxias, posiblemente de un agujero negro.
Hasta la fecha se han detectado 40 FRB alrededor del mundo y siguen siendo un misterio.
El experto Avi Loeb, del Centro Astrofísico de Harvard-Smithsonian expresó que pudo tratarse de una supernova aunque no descarta inteligencia extraterrestre.