En redes sociales varias personas se han unido a la propuesta de tener una Navidad sin pirotecnia.
El propósito es proteger a animales, el ambiente y al propio humano de algún peligro.
ya que esta práctica provoca taquicardia, temblores, falta de aire, nauseas, aturdimiento, desorientación, miedo, pérdida de control e incluso la muerte.
En el caso de los perros pueden salir corriendo del lugar donde se encuentran y ser atropellados; expertos explican que escuchan los sonidos hasta 3 veces más fuerte que nosotros.
Un ejemplo para entenderlo es esta campaña.
¿Te unes a la propuesta?