Miroslava perdió la visión y ahora está a punto de correr un maratón

Miroslava es un ejemplo a seguir. Ella padecía retinopatía del prematuro, una enfermedad que le hizo usar lentes desde los 8 meses de edad. La madre no sabía que su enfermedad requería ciertos cuidados. Miroslava creció y se volvió chef en un restaurante japonés. En un choque de autos se pegó en el tablero del auto y dejó de ver de su ojo derecho. Con el tiempo fue perdiendo la visión de su otro ojo. Ella se deprimió cuando se dio cuenta de que se quedaría ciega. Cuando sintió que su vida terminaba, su padre la llevó a correr, ahora corre con Ulises, quien es su guía en las carreras. Su próxima meta es el maratón de Berlín.