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Madre e hija reunidas nuevamente, otro caso de éxito en #AQuienCorresponda 👩‍👧🤍

“Estamos recuperando nuestra vida y pues ya lo único que pedimos las dos es vivir tranquilas y libres de violencia”

Por Yesenia Santiago

¿Eres madre? Imagina de un día a otro aprender a vivir sin tu pequeña hija, sin arroparla todas las noches o leerle un cuento antes de dormir. Sin hacerle de desayunar, ayudarle a hacer la tarea o simplemente pasar un domingo de flojera viendo pelis. Date 2 minutos para imaginar este escenario ¿doloroso, cierto? Angustiante.

Es la situación que vivía Dulce, se comunicó con A Quien Corresponda en mayo de 2021, llevaba más de 7 meses sin ver su niña, Layla de 8 años de edad, pues asegura que en un fin de semana en que le tocaba estar con el papá, simplemente decidió no regresarla. Desesperada, tocó a la puerta de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, así como del propio Juzgado Familiar, donde le habían otorgado la guarda y custodia provisional de la pequeña Lay. No obstante, nadie le dio la razón. Y es que “no había delito que perseguir”, la niña estaba con su padre.

La preocupación de Dulce no solo era por el hecho de no conocer el paradero de su hija, sino el riesgo que corría. Ella se divorció de su exesposo por motivos de violencia familiar, la cual en México va aumento. Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a mayo de 2021, hubo un total de 287 mil 787 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia familiar.

El reportaje salió al aire el 8 de mayo del presente año. Inmediamente A Quien Corresponda lo canalizó con las autoridades y a las pocas semanas recibimos la gran noticia: madre e hija estaban nuevamente reunidas.

Las visitamos en su domicilio y nos contaron a detalle el seguimiento de su caso. El padre de Layla fue citado por la Fiscalía capitalina y se le exigió regresar a la niña, esto ocurrió el pasado 9 de junio. Afortunadamente la entregó de manera voluntaria y Layla estaba en perfectas condiciones, sin señales de violencia, aunque extrañando mucho a su madre.

“Estamos recuperando nuestra vida y pues ya lo único que pedimos las dos es vivir tranquilas y libres de violencia” es lo que Dulces nos dijo en entrevista. Ambas, madre e hija, tenían una evidente sonrisa de oreja a oreja, cubierta por el cubrebocas pero visible en la mirada. 😍

Captamos el momento en que le dijo frente a frente a su pequeña “te amo con todo mi corazón”. Ahí supimos que nuestra labor había terminado. Logramos una vez más lo que por 30 años nos respalda: Historias reales y soluciones reales. Felicidades Dulce y Layla por este triunfo, gracias por dejarnos acompañarlas en el camino.