Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de México, se sumó a las condolencias de líderes mundiales por la muerte del premio Nobel de la Paz Desmond Tutu.
El arzobispo Tutu, premio Nobel de la Paz por su activismo contra el régimen de segregación racista del apartheid, murió este domingo a los 90 años en Ciudad del Cabo.
“Hoy murió a los 90 años en Sudáfrica Desmond Tutu, compañero de lucha de Nelson Mandela contra el racismo. Una de sus frases es lapidaria pero contundente y cierta: ‘Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor’”, escribió AMLO en sus redes sociales.
Líderes de todo el mundo rinden homenaje a Desmond Tutu
Líderes de todo el mundo rindieron tributo a la lucha incansable y al legado humano de Desmond Tutu. El primero fue el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, al anunciar a primera hora la noticia de su muerte.
En un comunicado, Ramaphosa lo describió como un “patriota sin igual” y un “hombre de un intelecto extraordinario” que siempre mantuvo su integridad frente a las fuerzas del sistema de segregación racista del “apartheid”.
El ex presidente Barack Obama escribió en sus redes sociales que Desmond Tutu fue un mentor, un amigo y una brújula moral para mí y para muchos otros.
“Nunca perdió su travieso sentido del humor y su voluntad de encontrar humanidad en sus adversarios, y Michelle y yo lo extrañaremos mucho”, escribió el ex mandatario de Estados Unidos.
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, también recordó al premio Nobel de la Paz como un hombre con gran sentido del humor.
“Fue una figura fundamental en la lucha contra el apartheid y en la lucha por crear una nueva Sudáfrica, y será recordado por su liderazgo espiritual y su incontenible buen humor”, escribió el premier británico.
El Papa Francisco envió un telegrama al nuncio apostólico en el país africano, Peter B. Wells, firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, en el que expresa sus condolencias a la familia y seres queridos y “confia su alma a la misericordia amorosa de Dios, invocando las bendiciones divinas de la paz y el consuelo en el Señor Jesús sobre todos aquellos que lloran su fallecimiento en la esperanza segura y segura de la resurrección”.