Las olas de calor se convirtieron en temporadas mortales, en 2003, una ola de calor arrasó y se cobró la vida de más de 70 mil personas en Europa, en 2022, otra ola de calor causó la muerte de casi 62 mil personas en ese mismo continente. Y es que literal: nos estamos quemando.
Tanta es la preocupación por la temperatura del planeta que es un tema que está marcado en la agenda electoral. En todos los rincones del mundo se habla del calentamiento global.
Pero los humanos somos tan aferrados a nuestras creencias que nos vuelve ciegos, Incluso, el fenómeno nos está dividiendo como sociedad.
Unos asumiendo el control y tratando de agarrar el toro por los cuernos. Otros resignados. Pero no falta el puñado de incrédulos cuando la evidencia está a la vista de todos.
Esto no es una teoría de la conspiración. Estamos viviéndolo en este momento.
Junio fue el mes más caluroso jamás registrado en los últimos 174 años. Julio podría ser peor. El norte de México está rozando los 50 grados centígrados.
Todos vivimos en el mismo planeta y necesitamos entender que es un problema común. Y hay que hacerle frente a la emergencia climática todos juntos.
De lo contrario la tierra se seguirá cayéndose a pedazos frente a nuestros ojos. Aquí no caben los antagonismos. No es posible pelear esta batalla los de derechas contra los de izquierda.
O los ricos contra los pobres, mucho menos los del norte enfrentándose con los de sur, porque a diferencia de muchos otros problemas, esta situación es impostergable.
