Autoridades de Estados Unidos (EU) entregaron a nuestro país una escultura de San Antonio de Padua que fue robada en Jiutepec, Morelos, hace 20 años, anunció el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La pieza virreinal pudo recuperarse gracias a la colaboración entre las Secretarías de Relaciones Exteriores (SRE) y de Cultura, con el apoyo de autoridades del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés).
El embajador Ken Salazar hizo entrega de la escultura y recordó el compromiso que existe por parte de EU para combatir el crimen y devolver patrimonio histórico a México.
San Antonio de Padua tiene algunos signos de deterioro
La escultura tiene un tratamiento en el pelo y su hábito está tallado en madera, destacan sus aplicaciones de oro en un fondo oscuro, lo que resalta los diseños florales de la pieza.
El INAH destacó que esta representación de San Antonio de Padua cuenta con diferentes elementos iconográficos:
- La tonsura, que es un círculo rasurado en la coronilla de la cabeza para mostrar devoción religiosa.
- El hábito con un cordón, tanto textil como tallado sobre el ropaje.
- En la mano izquierda lleva una biblia y calza unas sandalias, como símbolo de devoción.
La pieza recuperada tiene ciertos signos de deterioro, como la pérdida de una falange del dedo anular en la mano derecha y la ausencia de un aura de metal que portaba en la coronilla.
Escultura de San Antonio de Padua se encontraba en Texas, EU
Tras el robo de la escultura de San Antonio de Padua, el Centro INAH Morelos puso una denuncia para localizar la pieza y luego de investigaciones, las autoridades mexicanas la ubicaron en Dallas, Texas.
Cuando las autoridades de EU se enteraron que había una carpeta de investigación por la desaparición de la escultura, informaron a México sobre el aseguramiento del bien cultural.
La pieza virreinal llegó a la Ciudad de México (CDMX) procedente de Texas, EU; después, representantes del FBI la entregaron a la Fiscalía General de la República (FGR), que a su vez turnó el bien cultural al INAH.
Finalmente, el INAH adelantó que la escultura pasará por procedimientos de limpieza, eliminación de suciedad y elementos ajenos, para reintegrarla a su comunidad, es decir, Jiutepec.