En Irapuato, Guanajuato nuevamente se localizó un sitio de inhumación clandestina. Según confirmaron integrantes de colectivos de búsqueda, el hallazgo de los restos humanos ocurrió este lunes en trabajo conjunto con la célula de búsqueda municipal, en la colonia bellas artes muy cerca de la Avenida Camino Real.
“El día de hoy el contexto tristemente es de manera diferente. El día de hoy nos damos cuenta, que ya se está trabajando de manera diferente en aquí en el municipio de Irapuato. Nos estamos dando cuenta que están siendo disueltos en químicos,” declaró una persona del grupo de búsqueda de desaparecidos.
Los restos estaban disueltos en ácido y se localizaron casquillos percutidos.
“La verdad es que esto nos parece un poquito impactante, pero afortunadamente nos damos cuenta que estos restos van a regresar a casa. Que son familiares desaparecidos que van a volver,” agregó un integrante del grupo de búsqueda de desaparecidos.
En esta zona, el 5 de abril de este año se encontró también una fosa clandestina, en esa ocasión la fiscalía confirmó que los cuerpos estaban enterrados y se recuperaron cuatro en total.
“Repetimos, no queremos buscar culpables. Lo único que queremos es regresarlos a casa,” finalizó un integrante del grupo e búsqueda de desaparecidos.
En México, Colombia, Perú, Guatemala y El Salvador hay cifras alarmantes. Las desapariciones forzadas y el crimen organizado no pueden quedar impunes.
Los desaparecidos en América Latina se cuentan por miles, 200 mil, para ser precisos y duelen tanto como la incertidumbre de sus familiares.
En las décadas de los 70 y 80, América Latina sufrió los mayores casos de desaparición de personas, principalmente por parte de las dictaduras militares. Pero lejos de solucionarse, el problema continúa hasta nuestros días, porque aunque las dictaduras y guerras civiles, aparentemente, quedaron atrás, el delito lo heredó el crimen organizado.
Los migrantes centroamericanos y de otros países que atraviesan México hacia Estados Unidos y se esfuman sin dejar rastro. ¿Quién los busca? Los llaman los olvidados. Pero no. En sus casas hay llanto, hay desesperación y dolor. ¿Cómo encontrar a los miles de desaparecidos que dejó la dictadura Argentina?
Las abuelas de la plaza de Mayo, siguen buscando a sus nietos, 45 años después. Porque la incertidumbre no cesa con el tiempo. Incluso, está catalogada como tortura.
