Los vecinos aún dormían, cuando las llamas se alzaron a más de cuatro metros y el humo se extendió. Los puestos de la feria tradicional de Los Ángeles en Tulancingo, Hidalgo ardían sin control.
Para ésta feria, muchos puestos ambulantes se instalan en las calles del primer cuadro de este poblado, en los alrededores de la iglesia de los ángeles.
Con cubetas vecinos y comerciantes hicieron frente al fuego.
El temor era que se extendiera a viviendas y comercios establecidos.
“Afortunadamente para la ciudad y para las personas no hubo pérdidas humanas ni ningún quemado, solamente las pérdidas materiales como tu verás ya se quitaron todos los puestos que fueron dañados,” declaró Rodolfo Gómez, comerciante.
A pesar del oportuno trabajo de los pobladores y vendedores al que se sumaron el elementos de cuerpo de bomberos del municipio.
Las llamas alcanzaron un jardín de niños y una mueblería en las calles 20 de Noviembre y Echevarri.
“Pues fueron cuatro únicamente cuatro puestos, se controlaron de forma inmediata no tenemos personas lesionadas únicamente daños materiales y cómo podemos observar la mueblería únicamente, el daño fue a la fachada y a una estructura y en una escuela kinder también sufrió la puerta nada más la fachada algunos daños materiales,” comentó Fernando López, bombero.
Durante las revisiones los bomberos establecieron que pudo ser un corto circuito por las improvisadas instalaciones eléctricas en los puestos ambulantes lo que ocasionó el incendio.
La Feria de Los Ángeles regresaba a éstas calles después de dos años de suspensión por las restricciones sanitarias.
Feria de Los Angelitos en Tulancingo, Hidalgo
Es la principal fiesta del municipio celebrada en honor a la la Virgen de los Ángeles, cuya imagen se venera en la iglesia del mismo nombre ubicada al final de la calle de Libertad, sobre la calle de Echávarri.
La Feria de los Angelitos, como la llaman cariñosamente los tulancinguenses, se realiza en la semana del 2 de agosto de cada año, día de la Virgen, en estas mismas calles, frente a la iglesia, que se cierran al paso vehicular para la vendimia de, originalmente, artesanía de barro, antojitos y el tradicional “pan de fiesta” hecho de aguamiel.
