De lo perdido lo encontrado: Elecciones 2024

En los últimos días hemos visto la presentación de extensos equipos de campaña, que parecieran revelar el ímpetu conquistador de candidatas y candidatos.

De lo perdido lo encontrado Elecciones 2024

Escrito por: Lesli Jiménez Espinosa

Con más de 20 mil cargos públicos a elegir en 2024, ¿De verdad hacemos uso de la democracia o somos meros operadores de las decisiones de otros?

Sabemos que la democracia en sí misma, no es sinónimo de la toma de buenas decisiones, simplemente es la oportunidad de todos para participar, sin importar los sesgos, la ignorancia o la manipulación de la cual todo ser humano puede ser protagonista.

Sin embargo, existen banderas rojas para el electorado mexicano, las cuales parecieran pasar desapercibidas… Tal es el caso de los ataques, las declaraciones y acusaciones que emiten indiscriminadamente nuestros políticos…

A quienes no les caería nada mal, hojear el Discurso Fúnebre del gran estadista ateniense Pericles. Del cual me valdré en este texto.

“Tenemos por norma respetar la libertad, tanto en los asuntos públicos como en las rivalidades diarias de unos con otros, sin enojarnos con nuestro vecino cuando él actúa espontáneamente, ni exteriorizar nuestra molestia, pues ésta, aunque innocua, es ingrata de presenciar” - Extracto, el Discurso Fúnebre


Recordemos que Pericles entró en la vida pública en el año 463 a.C, con un ingreso peculiar, pues a pesar de pertenecer a una familia aristócrata, su mejor estrategia fue aliarse de la clase baja y la clase media, conformadas por agricultores, artesanos y barqueros, por mencionar algunos. De ese modo, Pericles ya no solo garantizó tener influencia en un grupo selecto, sino ahora lo haría sobre la mayoría de los atenienses.

Sin embargo una de las claves exitosas de Pericles, fue anteponer el interés colectivo, sobre el deseo humano de poseer poder (en sus distintas expresiones), de tal modo que decidió basar sus decisiones políticas en el bienestar de Atenas. Distanciándose de utilizar el dinero para cabildeos y dirigiéndolo a obras públicas, donde no solo fomentaba las artes, sino el involucramiento de la clase trabajadora, a la cual le debemos el Partenón, [aquella inmensa obra, que siglos después el “poli” Durazo buscará emular en Playa la Ropa, Zihuatanejo, Guerrero ]

Lo cual es interesante en medio de un proceso electoral, donde todos prometen un estado, municipio, alcaldía y país tipo Disney, mágico y maravilloso una vez que lleguen al poder, pero no dicen cómo, en caso de presentar propuestas.

“En la elección de los cargos públicos no anteponemos las razones de clase al mérito personal, conforme al prestigio de que goza cada ciudadano en su actividad; y tampoco nadie, en razón de su pobreza, encuentra si está en condiciones de prestar un servicio a la ciudad” - Extracto Discurso Fúnebre

En los últimos días hemos visto la presentación de extensos equipos de campaña, que parecieran revelar el ímpetu conquistador de candidatas y candidatos, pero que detrás de eso hay muy poco. Repitiendo la constante, de un pensamiento cortoplacista, donde solo importa ganar y ya después vemos cómo le hacemos, igual… aprendemos sobre la marcha y si algo falla, le echamos la culpa a otros, de una manera histriónica y ¡Viva México!

De ser así ¿Qué clase de catástrofe nos espera? ¿Lidiar con más gobernantes con compromisos en perjuicio de la ciudadanía? ¿Lidiar con ineptitudes cobijadas por el nepotismo? ¿Lidiar con la corrupción gubernamental que antepone la codicia sobre el progreso social?

Pericles sabía que la opinión de la gente cambia con el curso de los acontecimientos, ¿Será acaso lo único de lo que somos capaces? De hoy en día encumbrar candidatos y mañana luchar ¿Entre la decepción y el hartazgo? Porque simplemente no fuimos capaces, en su momento, de exigir políticos a la altura de Pericles.

¿Qué haremos cuando ideas producto de delirios de grandeza busquen hacerse realidad sin ni siquiera ser evaluadas? Si bien, uno de los acierto que le permitió Pericles mantenerse en el gobierno durante varios años, fue su capacidad de analizar las consecuencias de sus estrategias antes de comprometerse con ellas, una obviedad que a los gobernantes se les olvida con facilidad.

“No poder soportar la pobreza es una vergüenza, y no saber rechazarla por medio del trabajo es más vergonzoso todavía” , Pericles.

¿Qué nos queda? Si… “Nos ganó la noche” y la suerte está echada. Debemos pensar antes de votar y conformar como sociedad civil una exigencia colectiva que promueva la rendición de cuentas, desde ahorita, a todo aquel que persiga un cargo de elección pública.

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