Rubble, el gato más viejo del mundo, falleció a los 31 años (el equivalente a 150 años de un humano) por causas naturales debido a su edad, como lo anunció su dueña, Michele Heritage.
Cruzó la calle, pero nunca regresó
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Él era parte de una camada de gatos que tenía el amigo de mi hermana y yo acababa de salir de casa. Estaba viviendo sola, así que lo metí como un gatito
La mujer aseguró que Rubble vivió tantos años, al grado de llegar a ser considerado el gato más viejo del mundo, debido a que siempre lo consintió, amó y trató como si fuera su propio hijo.
Siempre lo he tratado como un niño (…) No tengo hijos y tuve otro gato llamado Meg, que falleció a la edad de 25 años. Si te importa algo, no importa lo que sea, perdura
Dejó de comer y solo bebía agua. Se puso muy delgado. Fui a trabajar como de costumbre, y cuando llegué a casa, mi esposo dijo que Rubble había salido de la carretera como lo hacía todos los días y nunca regresó, por lo que creemos que se fue a morir como lo hacen los gatos
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Con nostalgia, Michele recuerda que Rubble llegó a viejo siendo un gato encantador pero gruñón.