Expertos de la Universidad Hebrea de Jerusalén y del Instituto Veterinario Kimron de Bet Dagan, analizaron casi un centenar de burros y descubrió que la mayoría estaban expuestos a dos parásitos, uno de ellos peligroso para los humanos.
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En el informe mencionaron que la exposición de burros, tanto en estado salvaje como doméstico, es “considerablemente más alta que la exposición de otras especies en el área”.
“El estudio sugiere que los burros pueden tener un papel en el mantenimiento de estos parásitos en la zona, sirviendo así como una fuente de infección para los huéspedes definitivos”, mencionaron.
Durante el estudio se examinaron a 98 burros y la mitad de los animales pertenecen a refugios israelíes que “reciben burros abandonados en varios lugares”, mientras que la otra proviene de “aldeas árabes de la Autoridad Palestina”.
Los expertos explica que la exposición a los parásitos se debe que tienen relaciones con condiciones de higiene deficientes, vinculado con poblaciones de bajos ingresos, esto aumenta la posibilidad de infección.
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