Sin duda la nueva normalidad nos ha mostrado otra cara de lo que era nuestra vida diaria. El primer día de un nuevo ciclo escolar estaba repleto de emoción, felicidad, nervios y con todas las ganas de usar el uniforme; sin embargo, millones de niños han experimentado un regreso a clases completamente diferente.
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La Secretaría de Educación Pública (SEP), en colaboración con algunas televisoras, han podido llegar a un convenio en donde las asignaturas de nivel básico se puedan transmitir en distintos horarios, según el grado escolar.
Sin embargo, muchas familias han buscado opciones para que sus hijos sigan recibiendo la educación adecuada, algunos han prestado sus casas para que otros pequeños puedan recibir el aprendizaje de manera óptima.
Por otro lado, también hay niños que, afortunadamente, cuentan con los medios necesarios para continuar con sus clases a distancia, pero ésto no ha podido suplir la enseñanza presencial a la que ya estaban acostumbrados y muchos de ellos aseguran extrañar sus aulas, profesores y compañeros.
En Juchitán, Oaxaca, la pobreza y la tecnología limitada o nula han dificultado el aprendizaje a los menores de edad que se encuentran en comunidades alejadas de la ciudad.
Después de varios meses, los padres se las han ingeniado para poder acondicionar un espacio dentro de sus hogares y que sus pequeños puedan recibir sus clases de las que, en varios testimonios, este primer día resultó un poco aburrido.
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La mayoría de ellos han pedido que muy pronto puedan regresar a sus escuelas, ya que extrañan ver a sus amigos, maestros y el ambiente que se vive dentro de las aulas.