Opacidad, una constante en las megaobras de los últimos años en México

Las megaobras que prometían podrían haberse quedado en promesa, y es que durante los últimos años si algo resaltó fue la opacidad muy marcada.

Por: Gerardo Segura

Se rumora, se escucha, se dice que en este sexenio la opacidad es el sello de la casa y es que las grandes obras emprendidas por la actual administración tienen como común denominador el hecho de que nadie sabe cuánto le han costado los mexicanos.

“El mejor caldo de cultivo de la corrupción es la opacidad, donde las cosas son oscuras, son opacas, no hay transparencia, pues se da la corrupción, obviamente pues este gobierno es totalmente corrupto y ellos deberían estar obligados a transparentar”, aseguran.

Megaobras como la refinería de dos bocas, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) o el Tren Maya son ejemplo de un sistema que actúa de frente a las cámaras, pero de espaldas a los contribuyentes.

"¿Por qué cubrió de oscuridad esos contratos? Porque debemos dinero, porque quiere ocultar la deuda, porque está dejando un Fobaproa en dos bocas y el tren maya un Fobaproa que vamos a pagar con nuestros impuestos los mexicanos”

Y es que, en este “caos”, hay un decreto en el que se establece que ningún mexicano podemos tener acceso a lo que costaron las obras, lo hacen como quieren hacerlo, atropellando lo que tengan que atropellar, no se entregan los contratos. Al final, dicen los legisladores, es el contribuyente el que paga algo que ni siquiera sabe cuánto costo.

“Es una verdadera vergüenza y así es donde se ve la hipocresía porque no encuentro una mejor palabra de un gobierno que se dice honesto pero que en los hechos usa todas las herramientas que tiene a su disposición y más para no transparentar nada”, indicó.

Exhiben perforación de cenotes por el Tren Maya con enorme roto martillo

En una investigación de Fuerza Informativa Azteca, se observa el momento justo en que taladraban uno de los agujeros donde se introducen pilotes: “Primero las camisas que son las que abren. Este taladro que está usted viendo, lo están metiendo a 25-30 metros de profundidad en esta cueva conocida como Oppenheimer, este es el daño que se está haciendo aquí en la selva maya”, explica Pepe “tiburón” Urbina, de la Asociación Civil Selvame del Tren.

El especialista aclara que después de esto viene la camisa metálica, el armazón, y el concreto: “Están infectando de corrupción, de ignorancia, de impunidad el Acuífero Maya”.

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