Juan Larinso Castro, conocido como “Matamba”, quien es un presunto narco colombiano, ligado con cárteles mexicanos y acusado de enviar toneladas de cocaína a Estados Unidos.
“Matamba” murió este jueves durante un operativo de la policía colombiana a la que se enfrentó a tiros cuando intentaban capturarlo, informó el gobierno.
“Fue abatido en combate, nadie puede burlar la justicia en Colombia”, dijo en una declaración el ministro de Defensa, Diego Molano. “Otro más del Clan del Golfo al que se le acaban sus negocios criminales”, agregó.
El narco colombiano se encontraba prófugo y era considerado por las autoridades como un integrante importante del Clan del Golfo. También mantuvo negocios con las disidencias de las FARC.
“Matamba”, narco colombiano que se fugó de la cárcel
El narco colombiano “Matamba” fue capturado en mayo del 2021 en la ciudad Bucaramanga, capital del departamento de Santander, Colombia, mientras celebraba su cumpleaños con una gran fiesta.
“Matamba” era solicitado para extradición por una corte del Distrito Sur de Florida y tras su fuga de la cárcel el gobierno de Colombia ofreció una recompensa de 50 mil dólares por información que pudiera permitir su ubicación y captura.
“Matamba” compró por cinco millones de dólares al jefe el Clan del Golfo, Antonio Úsuga, conocido como “Otoniel”, una estructura de esa organización armada para controlar los cultivos de hoja de coca, los laboratorios para producir cocaína y las rutas del narcotráfico en el departamento de Nariño, en el Pacífico colombiano, según la Policía Nacional.
En esa región del país, el narco colombiano mantenía alianzas con los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación que, de acuerdo con fuentes de seguridad, parecen estar enviando armas de alto poder a Colombia para pagar los cargamentos de cocaína, alimentando la lucha mortal entre grupos rivales locales por el control del narcotráfico y de sus rutas.
Colombia sigue siendo uno de los principales productores mundiales de cocaína y enfrenta la presión de Estados Unidos para reducir los cultivos de hoja de coca y la producción de la droga, que financia a los grupos armados ilegales en medio de un prolongado conflicto interno que ha dejado 260 mil muertos.