Bajo el argumento de que la niñez tiene derecho a recibir una educación diga y de calidad, una jueza federal ordenó a autoridades federales y de San Luis Potosí reconstruir y rehabilitar una escuela en la comunidad de Tancanhuitz en esa entidad.
La juzgadora dio la razón a un grupo de niñas y niños quienes alegaron que su escuela está deteriorada pues las paredes son de otate (un tipo de bambú nativo de México) y el techo de lámina, además de que el piso no se encuentra pavimentado lo que representa una limitante al momento de tener clases.
Además carecen de sanitarios, agua potable y tampoco tienen servicio de energía eléctrica, mucho menos acceso a las nuevas tecnologías para recibir una educación de calidad y acorde a los planes de estudio vigentes a nivel nacional.
“Emití una determinación de manera provisional a fin de que las autoridades educativas realicen lo necesario para que desde ahora se inicien los trabajos de mejora y equipamiento de su Centro de Atención Infantil de manera que ustedes tengan un lugar seguro, equipado, limpio donde acudan a recibir sus cursos”, determinó la jueza Guadalupe Torres.
Los alumnos no pueden correr riesgos en la escuela
Incluso, mediante una resolución de lectura fácil, expuso que las niñas y niños de la escuela Ankaalexobiintalab, localizada en el poblado de Tamaletom, podrán ver que su escuela será reparada “para que asistan a un lugar más bonito en el que se sientan cómodos y a gusto para tomar sus clases”.
Detallo que los edificio que albergan las escuelas deben ser seguros para que los alumnos no corran ningún riesgo durante el tiempo que permanezcan ahí.