Ciudad de México.- Florian “T”, alias “El Tiburón”, señalado por la Fiscalía General de la República (FGR) como presunto líder de la mafia rumana, por la violación a la Ley de Instituciones de Crédito y Asociación Delictuosa.
Junto con él un juez vinculó a Cosmin “A” y Alin “G”.
En audiencia de continuación y luego de 18 horas en la misma, la Fiscalía presentó los datos de prueba para que el Juez Federal de Control, con sede en Quintana Roo, decretara dicha vinculación, así como la medida cautelar de prisión preventiva y cuatro meses para la investigación complementaria.
Son probables responsables de realizar de manera ilícita, diversas operaciones en distintos cajeros automáticos en los estados de Quintana Roo, Yucatán, Hidalgo, Estado de México y Ciudad de México.
“El Tiburón” supuestamente ordenó realizar más de 5 mil 500 operaciones irregulares de disposición de efectivo en cinco estados del país, las cuales alcanzaban hasta 14 mil pesos a cada víctima.
Fue detenido el pasado 27 de mayo
El jueves 27 de mayo Frorian “T” fue capturado, su detención fue grabada, y circuló en redes sociales.
En la grabación se observa que “El Tiburón” es rodeado por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR), quienes cumplimentan una solicitud de detención con fines de extradición, formulada por el gobierno de Rumania.
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Se observa como se resiste a la detención y pide a algunas personas que se encontraban en la habitación que graben.
“Mi bolsa, mi bolsa. Déjame quitar mi bolsa… Graba”, pidió el líder de la mafia rumana, pero los agentes de la FGR forcejean con él para poder sacarlo y llevarlo ante las autoridades, por lo que el hombre grita en repetidas ocasiones:“¡Me están levantando! ¡Graba! ¡Me están levantando!”.
Debido a que se resistía a la detención, los agentes de la FGR llevaban arrastras a “El Tiburón” y al llegar a unas escaleras pidió que lo soltaran.
“¡Déjame, hijo de tu puta madre! ¡Me están levantando!”, aseveró.
La detención del líder de la mafia rumana continuó con los forcejeos hasta que llegaron a un estacionamiento en donde Florian Tudor se tiró al piso y gritó “¡Me siento mal, no tengo aire, me están matando!”.
