Lo Que Callamos Las Mujeres | Capítulos | Felipa, un grito por todas.
Felipa es una mujer policía que se encarga del alcoholímetro, pero la violación y asesinato de la hija de una vecina, provocan que se inmiscuya en el caso para averiguar quién fue el culpable. Irina, madre de Melissa, la jóven asesinada, pide ayuda a Felipa para encontrar al asesino de su hija y se haga justicia.
Perla es la hermana de Melissa y sospecha de Manuel, la pareja de su mamá, pues además de que tiene antecedentes penales, la mira de manera muy lujuriosa e incluso, durante el velorio de su hermana, intentó abusar sexualmente de ella.
Aunque Perla intenta hacerle ver a su mamá que Manuel podría haber sido el culpable de la muerte de su hermana, Irina se cierra y niega la posibilidad, asegurándole que Manuel la ama y el que tenga antecedentes penales, no es motivo para que le haya hecho algo a Melissa.
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Por su parte, Felipa está más intrigada que nunca ante la posibilidad de que el atacante haya sido alguien cercano al domicilio de Meliisa, e incluso, alguien que la conocía muy bien. La hija de Felipa también está muy indignada con lo sucedido, pues es un hecho que sucede día a día sin que nadie haga algo, pues aunque la policía atrape al presunto culpable, un juez ordena la liberación y no avanza la justicia.
Perla no aguanta más y sabe que su denuncia puede hacer la diferencia, por lo que va a levantar la denuncia por intento de violación contra Manuel. Con este hecho, se complementa la investigación, pues en el archivo de Manuel, encontraron que fue policía del Estado de México, y los antecedentes registrados, fueron por intento de violación, lo que les da la pauta para tomarlo como sospechoso.
Para este momento, Manuel recibe una llamada en la que lo alertan de la investigación que se está haciendo y que pueden acusarlo de la violación y homicidio. Ante esto y lleno de coraje, va a la casa de Felipa para cobrar venganza, y de igual manera que a Melissa, viola y asesina a la hija de Felipa.
La mujer policía no entiende por qué hay tanta gente y patrullas afuera de su casa cuando regresa del trabajo, hasta que se encuentra con el teniente, quien no puede explciarle con palabras lo sucedido.
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El capítulo termina con Felipa leyendo una carta que encontró de su hija, donde le dice que no crea si en los medios de comunicación, o simplemente la gente hace comentarios si un día desaparece, la viola, o la matan. Nada justifica que la hayan violado y asesinado a ella y a las miles de mujeres que fueron víctimas de feminicidio.
En un grupo de autoayuda, Felipa asegura que se siente culpable de lo sucedido a su hija y más mujeres, porque tendría que haber hecho más como policía, pero ella para nada es culpable, los únicos culpables son violadores y asesinos, y también quienes los solapan.