Desde hace casi 60 años, los grupos armados en Colombia , entre los rebeldes de izquierda, los paramilitares de derecha y las bandas criminales han causado la muerte de al menos 450 mil personas.
Juliette de Rivero/funcionaria de la ONU
“Hemos visto el efecto de la violencia de los grupos armados en las regiones y por eso llamamos tantas veces a una política de desmantelamiento”.
Aunque sin mucho éxito, el presidente Gustavo Petro ha prometido poner fin al conflicto firmando acuerdos de paz o de rendición con los rebeldes y las bandas criminales restantes e implementando el acuerdo con las FARC. Actualmente su gobierno reinició conversaciones de paz con los rebeldes del ELN y acordó cese al fuego con grupos armados y dos facciones disidentes de las FARC.
Los asesinatos de líderes comunitarios y activistas sociales aumentaron a 116 en 2022, según el informe de la ONU, comparado con los 100 del año anterior. Los asesinatos en masa también aumentaron a 92 en comparación con los 78 del 2021. De acuerdo con un informe, casi 83 mil personas fueron desplazadas en 2022 a ausa de la violencia; mientras que los grupos armados reclutaron por la fuerza a 115 niños, 12 de los cuales sufrieron violencia sexual.
De Rivero dijo que si Colombia quiere reducir la violencia, la presencia estatal debe expandirse a las áreas rurales donde la gente carece de educación, salud y caminos.
Búsqueda de acuerdos para frenar la violencia
El proyecto de ‘Paz total’ del presidente de Colombia Gustavo Petro planteaba desde su formulación un enorme reto: conseguir dialogar con las disidencias de las FARC. Una idea que defendía durante su campaña y que ahora desde el poder representa un gran reto porque en 2016 los grupos armados rechazaron el Acuerdo de Paz.
El mandatario también destacó que sumarse a la paz total debe ser un compromiso de todos los grupos armados ilegales que tienen presencia en el territorio colombiano.