Date Cuenta | El calvario del próximo presidente

El primer debate presidencial revela la falta de opciones destacadas entre los candidatos. Aunque decepcionante, uno de ellos será el próximo presidente de México.

Por: Juan Pablo Delgado

Después del primer debate presidencial queda claro que entre los tres candidatos no hay ni a quien irle. Pero nos guste o no… una o uno de esos tres monigotes será el próximo presidente de México, así que mejor, date cuenta.

Pero dejen que les diga algo: esto ni siquiera es lo que más me preocupa del asunto.

Porque independientemente de quien nos gobierne, lo peor del caso es que tendrá que cargar con una pesada cruz durante los próximos seis años: una cruz que representa la herencia maldita del actual presidente.

Dejen que les describa en tres paradas este vía crucis

Primera parada: el Estado desmantelado. Si pusieron atención en los últimos años, se dieron cuenta que el presidente se ha empeñado en concentrar TODO el poder en su persona. Convirtió a todas las secretarías de Estado en meros adornos y desmanteló todos los organismos e institutos que le ponían obstáculos.

¿Qué herencia maldita le espera al próximo presidente? Pues va a encontrarse con un gobierno hecho pedazos, con instituciones mutiladas o inoperantes y con una administración pública menos profesional. O sea que si antes nos quejábamos de tener a un gobierno malo, ahora vamos a tener uno peor.

Segunda parada: La crisis fiscal. Otra herencia maldita es la bomba de tiempo en temas de dinero. Porque si algo prometió el presidente fue un ahorro con su dizque “austeridad republicana”. Pero la realidad es que ha despilfarrado dinero como pocos en la historia reciente: ha quemado miles de millones de pesos en programas sociales, otros miles de millones en el rescate fallido de Pemex y otros más en obras faraónicas que no funcionan y nunca serán rentables.

¿Qué le espera al próximo presidente? Pues curarse la horrible cruda fiscal con recortes en el gasto y buscar revertir el endeudamiento que también nos enjaretó este gobierno.

Y dejen que les diga algo… esta cruda fiscal es de las gachas, como cuando tomas Bacardí toda la noche… así que no esperen nada bonito.

Tercera y última parada: la sociedad desahuciada. La peor herencia para el próximo presidente será encontrarse con una sociedad hecha pomada. Porque todos sabemos que en este sexenio destruyeron al sistema de salud, que la inseguridad y la muerte están a la orden del día y que la Nueva Escuela Mexicana más que educar está ideologizando a nuestros chamacos.

Así que el próximo presidente gobernará a aun México mucho menos sano, mucho menos seguro y mucho más idiota que el que existía en 2018.

Esta es solo una parte de la herencia maldita que deja el presidente: donde lo que está en juego es la misma gobernabilidad democrática del país.

Yo la verdad no le deseo esta pesada cruz a nadie, así que les digo a los tres candidatos por igual:

¡Dense cuenta, comadres! ¡Y date cuenta, compadre!

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