Una infancia forjada a guitarrazos

Dicen que la infancia es destino, pero no es del todo cierto. Ahora que escuche a Ninfa Salinas sentenciar “carácter es destino” coincido totalmente.

infancia guitarrazos jorge zarza

Escrito por: Jorge Zarza

El recuerdo más presente de mi infancia fue cuando tomaba clases de guitarra con el maestro Fulgencio Ávila.

Su voz ronca y profunda me provocaba respeto, por no decir miedo.

Era un viejo sabio. Sus patillas abultadas y encanecidas le daban un toque señorial que lo distinguía; además, siempre lo vi de traje y corbata a pesar del calorón de Cuernavaca.

Yo tendría unos 6 o 7 años, lo que me convertía en el alumno más joven de su clase. La guitarra era más grande que yo y se me dificultaba sostenerla con una sola rodilla como lo exigía el maestro.

¡Basta, basta! Gritaba con furia azotando su mano extendida sobre la fina madera del piano negro. ¡Están desafinando! La nota se aprende cuando se escucha, decía con resignación frente a aquel grupo de analfabetos musicales.

jorge zarza infancia guitarrazos

Recuerdo que me dolían los dedos de tanto apretar las cuerdas para que se escuchara con claridad la nota que pedía el maestro Fulgencio.

Nunca tuvo consideraciones por mi edad, al contrario, lo aprovechaba para explayarse con las regañizas que propinaba al grupo.

“Miren cómo este niño no se queja”, decía ufano, mientras todos me miraban de reojo queriéndome agarrar a guitarrazos.

También recuerdo que me regresaba solo a mi casa. Mi mamá me enseñó cuál microbús debería tomar, cuánto pagar y en dónde bajarme. Y así lo hice martes y jueves cuando salía de mi clase de 4 a 5 de la tarde en el IRBAC que estaba en el pasaje Bellavista frente al kiosko de Cuernavaca.

Dicen que la infancia es destino, pero no es del todo cierto. Ahora que escuche a Ninfa Salinas sentenciar “carácter es destino” coincido totalmente.

Lo que mis padres me inculcaron cuando era un niño fue disciplina para aprender a tocar la guitarra, confianza para aprender a tomar el autobús, y carácter para que no dejara las clases por muy doloroso que fuera para mis dedos.

¡No te pierdas nuestro contenido, sigue a Fuerza Informativa Azteca en Google News!
|

Otras Noticias

×
×