No es novedad que desde hace años estamos a la sombra de un gobierno ciego o que nada más no quiere ver, aunque pueda. Desde el oficialismo niegan la realidad, viven en un mundo color rosa donde la oposición -sean partidos, fifís, o incluso instituciones especializadas- se han encargado de desacreditar el arduo esfuerzo por transformar por cuarta vez a México .
Todo está bien. Desde la República del amor se respira paz, libertad y gozo, y si llega a ocurrir una eventualidad, se mantiene la calma.
¿Contaminación del agua en la Benito Juárez? No, solo son sustancias de la “familia de los lubricantes y aceites”, nada de solventes tóxicos. O peor aún, los homicidios a civiles, para el Gobierno, no son otra cosa que “hechos aislados”. ¿En serio son aislados los más de 170 mil asesinatos ocurridos en cinco años y medio?
Por casi seis años, el Gobierno se ha encargado de suavizar distintas fallas o problemáticas, llamando a las cosas como NO son. Porque a veces es mejor negar la realidad que hacerle frente a los problemas.
¿En serio
→ no hay inseguridad,
→ hay menos pobreza,
→ el sistema de salud está al 100,
→ se ha llevado con éxito la Cuarta Transformación?
¿En realidad es así? ¿Acaso nos esperan otros seis años de verdades diluidas?